Mario Zanabria, después de dos intentos, en el tercero ganó el título
Había llegado a dos finales, y la gloria no se le daba a Mario Zanabria, pero el sábado, con un equipo totalmente renovado, le entregó la Copa numero diez en la historia del Real España al vencer en tiempo extra, dos goles a uno al Olimpia en San Pedro Sula y adjudicarse, el Torneo Apertura 2010.
«No recuerdo cuándo había tenido tanta felicidad», expresó Zanabria en declaraciones publicadas a la prensa deportiva y que hizo el sábado por la noche en medio de la algarabía por el 2-1 con que su equipo venció al Olimpia en la final del Campeonato de Clausura en la ciudad norteña de San Pedro Sula.
«Siento una alegría que hace mucho tiempo no sentía», añadió el técnico argentino, de 62 años, quien derrotó al colombiano Carlos Restrepo del Olimpia en un partido en el que ambos mantuvieron una gran batalla estratégica.
Zanabria destacó el trabajo de sus jugadores, en su mayoría jóvenes que por primera vez llegaron a la disputa de una final, nada menos que ante el Olimpia, el equipo más laureado de Honduras y que buscaba su vigésimo cuarto cetro.
El Real España supo enfrentar la adversidad de ir perdiendo desde el minuto 75 con un gol del uruguayo Ramiro Bruschi, para igualar con anotación de Christian Martínez y ganar en tiempo extra con otra del brasileño Douglas Caetano, si bien se aprovechó de que el rival quedó prácticamente desmantelado por dos expulsiones.
«Fue tremendo, fue sensacional», resumió Zanabria, quien sentenció que «los equipos grandes ganan títulos y los equipos chicos ganan partidos, y ahora mis chicos ganaron el campeonato».
El argentino llegó al Real España en diciembre de 2007, en sustitución del uruguayo Daniel Uberti, que se había hecho cargo del equipo luego de la salida del mexicano Magdaleno Cano.
Pero un año después Zanabria hizo las maletas con un sabor amargo después de perder el título del Apertura a manos del Marathón, el rival histórico del Real España en San Pedro Sula, dirigido entonces por el uruguayo Manuel Keosseián.
Y de nuevo en el banquillo aurinegro desde inicios de 2010, Zanabria culminó con éxito un proyecto de renovación del Real España para lograr así el primer título en su carrera de entrenador, que nunca había logrado, según confesó cuando llegó a Honduras.
Zanabria, originario de la ciudad de Santa Fe, debutó como delantero en la primera división argentina en el Unión de Santa Fe en 1967 y se retiró en 1983 con el Huracán, después de haber jugado en Newell’s Old Boys, Boca Juniors y Argentinos Juniors.
Como entrenador, dirigió a los argentinos Boca Juniors, Vélez Sarsfield, Unión de Santa Fe, Newell’s Old Boys y Lanús, y también trabajó en Ecuador y México.
El Real España, uno de los «cuatro grandes» del fútbol de Honduras junto con el Olimpia, el Motagua y el Marathón, fue fundado en 1929 en San Pedro Sula, segunda ciudad hondureña en importancia.
El flamante campeón hondureño es el único equipo de América Latina que ostenta el título de realeza, otorgado por el Rey Juan Carlos de España el 10 de enero de 1977.
