El jefe de la banda camina por las calles porteñas y ni siquiera suda: es la imagen mejor expuesta de este Jaibo tan amigo del buen fútbol y de ese estilo desenfadado que lo tiene en la final…
Héctor Vargas se quita la presión. Acaba de llegar a la primera final de su historia y se va de paseo a un centro comercial. “Es que el obligado para ser campeón es Olimpia, por todo eso que se habla del tricampeonato.
Sus números lo avalan para campeonizar; en Victoria, en cambio, vamos cumpliendo un sueño de a poquito y veremos hasta dónde llegamos”. Es la realidad que viene acompañando el andar de un equipo que revolucionó el fútbol y que, de estar peleando descenso el torneo pasado, quiere tocar el cielo con las manos en el Apertura.
Apegado a su filosofía
El Lechero sufrió más de la cuenta para llegar a esta fase. Pero haber rescatado dos veces el juego ante el Ciclón “hace que la victoria se saboree más”, acepta el formoseño; igual, a pesar de las distancias entre Victoria y Olimpia “la gente me para en la calle y me pide el título, porque hace 18 años el equipo no sale campeón y coincidentemente la última final fue contra Olimpia”.
– Pero la gente no llegó como se esperaba el domingo, profe.
– Quizá porque ya se sentía en la final, pero sé que el domingo habrá no menos de 20 mil personas en el estadio.
Un Ceibeño que espera por el caliente cruce entre entrenadores argentinos. “Danilo Tosello tenía una pegada bárbara, una zurda demoledora… pero como técnico le hace falta un montón de camino por recorrer”, empieza a remover el fuego un Héctor Vargas al que la imprudencia por decir siempre lo que piensa le ha alejado de muchos banquillos. “Los equipos hacen campeones a los técnicos, no al contrario. Ya quisiera ver a Tosello, a Nicolás Suazo, a Luis el Chito Reyes, todos triunfadores en clubes grandes, en equipos como Vida o Victoria, a ver si los pueden hacer campeones”, suma.
No conforme con los nombres anteriores, el sudamericano da más nombres para sustentar su teoría: “Nahún Espinoza estuvo con Vida, Platense y Victoria y no ha llegado a una final; Alfonso Rendón llegó a una final con Marathón y luego vino a hacer 12 puntos con Victoria y lo echaron”.
El destino que decida…
Por eso, ni siquiera el ex-Vida, Pumas e Hispano se atreve a pedir el regalo de Navidad que cualquier hincha del Blanquiazul ya ha escrito en la carta a Santa: “Estoy contento con lo que se hizo hasta ahora y creo firmemente que las finales se disfrutan. Acá tenemos mucha ilusión y si nos sorprende el título, pues bienvenido, pero si no, todo sigue normal”.
– Usted dijo que si pasaba de Motagua era campeón. ¿Lo sostiene ahora?
– Sí, claro. Tenemos para ser los nuevos campeones y que ya no sean los mismos cuatro de toda la vida.
– ¿Por qué lo siente así?
– Es que en una final puede pasar cualquier cosa. Durante las vueltas te agarra una racha y perdés, pero en una final es diferente. Llegamos los dos mejores del torneo y si nos subestiman, lo pueden pagar caro.
Es otra mentalidad
Jugar con personalidad en el Nacional será unoa de los caminos que harán más fácil llegar a la copa, admite el exvolante de Estudiantes de La Plata. “Si ganamos 1-0 en la ida está bien, porque el ambiente de un Nacional lleno no me preocupa. Estos chicos son deshinhibidos, viven alegres, bailando todo el tiempo y ya mostramos mucha personalidad ante Motagua. Vi a Choloma el domingo y no lo atacó a Olimpia. Nosotros, en cambio, nunca hemos especulado en ninguna cancha y menos lo haremos en una final. Vamos a salir a ganar”.
– ¿Y cómo estuvo ese camerino el domingo, profe?
– Lo que más me impresionó es el agradecimiento de la gente que trabaja conmigo: Nango, Kubala, Lambur. Solo nosotros sabemos lo que hemos sufrido.
– Y con Eder árias hay una conexión especial, ¿no? Los vemos siempre celebrando.
– Fue uno de los primeros que me abrazó después del empate, él me toma como su papá. Yo lo traje de Colombia cuando Platense lo había votado y estaba jugando en Liga Mayor. Hace un mes nació su hija y quiere que yo sea el padrino. Es un tipazo…
Cien lempiras costará la entrada más barata
La comisión directiva del Jaibo oficializó la hora para el partido del domingo en el Ceibeño: la primera gran final se jugará desde las 2:00 de la tarde, gracias al consenso al que llegó el plantel de jugadores, acostumbrado a ese horario en la cancha de Olanchito.
Asimismo, se dio a conocer el precio de las entradas para el domingo: 100 lempiras en Populares; 150 en Preferencia y 400 en Silla. Esta semana se hará una reunión entre Victoria y los órganos de seguridad para reducir al mínimo detalle los incidentes antes, durante y después de la finalísima.
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