La Selección Nacional es el orgullo de un país, no permitamos más manoseos
No es una frase chauvinista (Preferencia excesiva por todo lo nacional con desprecio de lo extranjero) es un grito que debe ser el clamor general de la afición, de la prensa no oficialista que vele por los intereses del país y no de los federativos, el que se debe escuchar en Honduras ante la posición empecinada y hasta obsesiva de querer nombrar a cualquier precio, a un entrenador nacido en Colombia.
Es inaudito, que los miembros de la Comisión de Selecciones –hombres de éxito en sus empresas- no tengan otro horizonte más allá de Colombia, siguiendo fielmente las recomendaciones de Reinaldo Rueda Rivera, un hombre al que se le sigue tendiendo tanta gratitud cuando en la realidad, fueron otros los que hicieron el trabajo por él y que gracias a la imagen que construyó en Honduras, se abrió nuevos horizontes. Antes de Honduras Rueda Rivera era nadie en el firmamento futbolístico.
En la extensa cartera de entrenadores del fútbol y con los recursos económicos que se vanagloria la Federación hondureña posee en sus arcas para poder contratar a un entrenador de la elite Mundial, se han empecinado a que tiene que ser uno de la misma escuela de Rueda Rivera o mejor dicho, amigo de este. ¡ Que insulto, que desfatachez!
Pero lo más asombroso de todo esto, es el silencio cómplice y hasta cobarde de quienes deberían alzar la voz en Honduras, para que de una vez, se termine tanto manoseo de manos extrañas en algo tan delicado como es la Selección Nacional.
Reinaldo Rueda no debe seguir manejando los hilos de la Selección Nacional tal y como lo está haciendo. Es evidente que Rafael Ferrari y su sequito no conocen el firmamento futbolístico y se han dejado encantar por el verso de un colombiano que llegó a un país que le brindó todo y él (Rueda) a cambio, no devolvió nada porque la clasificación al Mundial fue un golpe de suerte y más grande, fue el papelón al que expuso a la Bi Color en la Copa del Mundo de Sudáfrica.
El fútbol colombiano no existe en la alta competencia, por ende, sus entrenadores representan el nivel que no es mejor ni superior al de Honduras que sin embargo, y pese a los errores administrativos, del pasado como del presente, sus futbolistas son apetecidos en todas partes, pero con entrenadores de la escuela obsoleta colombiana– el ejemplo más fresco está en la eliminación del Olimpia– a La Selección Nacional nadie le asegura, podrá contar con la suerte del 13 de noviembre del 2009 en las eliminatorias para Brasil 2014.
¡No más colombianos a la Selección Nacional!
