La oscura madrugada del domingo en Tegucigalpa se iluminó con la presencia del entrenador de la Selección hondureña, el colombiano Reinaldo Rueda y toda su familia en la Terminal aérea de Toncontín.
¿ De vacaciones ? No hubo respuesta del técnico cafetero quien, raudo y como jefe de familia, agilizaba los trámites migratorios. Su esposa Gineth, sus hijos Carolina y Juan David ya no regresarán a Honduras según el Diario Diez quien, sin citar fuentes, mencionó que los vástagos del entrenador, ya no atendieron la escuela secundaria en los últimos días y un maestro, le confío al medio de comunicación, que se los hizo una despedida.
Pero Reinaldo Rueda que tiene un perfil diplomático, y la habilidad de un torero para capotear la adversidad de las embestidas de la prensa le baja presión a la salida de su familia con las frases “estoy dedicado en un 500 por ciento a la Selección de Honduras”.
En la Federación el hermetismo es más grande. Nadie se atreve a confirmar o negar si la familia del Dr Rueda como le llaman algunos periodistas hondureño regresará o no a territorio Catracho y de nuevo asalta la interrogante, ¿ Porqué si el técnico está tan felíz como lo expresa en tierras de Morazán y Lempira donde hasta la nacionalidad le dieron, no le termina de decir de una vez por todas el “si acepto” a una renovación pregonada a los cuatro vientos por el numero uno de la Federación Rafael Callejas ?