Hoy con apenas 17 años, es el juvenil más famoso de la Unión Americana y de no ser por que sus padres Wilson y Adilia Rodríguez cuidan muy bien su entorno, la joven promesa del fútbol no hubiera llegado hasta donde lo ha hecho ahora.
Utilicé el término promesa, porque en realidad eso es Andy Najar. Un futbolista al que a sus 17 años, no se le puede exigir más de lo que ha hecho hasta ahora. En el fútbol Mundial, solo existe un antecedente de un jugador de esa edad que se consagró antes de tiempo, Pelé, pero había que ver quiénes lo rodeaban para haber alcanzado la gloria en Suecia 1958.
Andy Najar ha sido y seguirá siendo, centro de noticias. Algunas verdaderas y otras falsas. El escándalo vende.
La semana pasada, el periodista Walter Alejandro Zambrano, entrevistó para Radio América desde su residencia en Alexandria, en Virginia al jugador, apenas unas horas después de haber sido galardonado con el premio “Novato del Año”.
Andy Najar, manifestó consultado sobre la invitación para jugar con la Selección Nacional el partido amistoso contra Panamá el 17 de noviembre, que no podía, porque debía asistir a la ceremonia de entrega del premio en Toronto, un día antes de la final de la Copa MLS, que coincide con la fecha del amistoso entre hondureños y panameños.
Medios de prensa en Honduras, hicieron eco de lo manifestado por el jugador, pero utilizando titulares que dieron a entender, que Andy Najar, no quiere estar con la Selección cuando la realidad es otra y lo manifestó una, si no varias veces que su mayor anhelo es enfundarse la camisa azul y blanco pero, solicitó tiempo, porque, tiene obligaciones que cumplir con su club y con la Liga donde pertenece.
La actitud asumida por el joven jugador, es una muestra clara del excelente trabajo que han hecho sus padres Wilson y Adilia. Primero es lo primero, y Najar, la primera obligación que tiene es asistir a la ceremonia de premiación. No todos los días se es electo “Novato del Año” y con 17 años.
De marzo, mes en el que debutó en la MLS a noviembre, Andy Najar se ha ganado el sitial que hoy tiene, por sus padres, por sus hermanos y por creer en si mismo. Antes, a la familia Najar Rodríguez nadie de la Federación de Honduras se les acercó para saber si estaban bien, hoy todos se quieren subir al vagón de la victoria.
Hay que dejar tranquilo a Andy Najar. Hay que dejar que sea él mismo el que decida cuando será el mejor momento para aceptar una invitación a la Selección de Honduras y en caso de que no lo haga, también hay que respetarle porque en realidad, la familia Najar Rodríguez le debe más a Estados Unidos que a Honduras le duela a quien le duela.