Partido gris oscuro, casi negro del Real Madrid en La Romareda. Los Blancos sacaron a relucir los peores defectos del equipo. Eso sí, la mayoría de los jugadores eran habituales suplentes y el 1-1 no sabe del todo mal.
Mourinho sigue demostrando que ha olvidado la liga, aprovechando cada encuentro para hacer pruebas con gaseosa. A cuatro días del partido de ida de los cuartos de final de la Champions ante el Galatasaray, el luso no se complicó y tiró de los menos habituales para afrontar el partido en tierras mañas.
Se vienen los goles…
El equipo local abrió el marcador a los 6 minutos, gracias a Rodri, quien aprovechó un robo de balón en la salida de los Merengues para derrotar a Diego López. Tras el gol, Zaragoza siguió atacando y a los 22 el mismo Rodri tuvo el 2-0, pero su balón se terminó yendo desviado.
Con el correr de los minutos, Real Madrid comenzó a dominar las acciones de la mano de un Cristiano Ronaldo que comenzó a repartir juego a sus compañeros.
Fue así que el ariete luso anotó a los 38 el 1-1, tras gran pase de Gonzalo Higuaín. Un fierrazo del portugués fue imposible para el meta local.
Arreció, pero…
En la segunda parte el duelo se volcó casi totalmente al arco del Zaragoza. De hecho, ya antes de los cinco minutos del complemento Cristiano Ronaldo probaba las manos de Roberto, quien evitaba el segundo gol del Madrid.
José Mourinho comenzó a perder la paciencia e hizo ingresar a Sami Khedira, Mezut Ozil y ángel di María, buscando mayor volumen de ataque; y resultó, ya que las acciones a favor del Real Madrid se sucedieron una y otra vez, encontrando la falta de precisión de sus jugadores (como Marcelo al 84), o la gran acción de Roberto (89). Todo fue en vano. El score no se movió.
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