Algo más de 72 horas después del traumático cierre de campaña del Jaibo, a escena regresa el alma de un Victoria que bien podría ser el campeón sin corona; Héctor Vargas no se esconde y, mejor todavía, sigue presumiendo de su equipo: “No hubo ningún resentimiento… hicimos hasta demasiado”, explica en el día después el DT formoseño…
El León aceptó un mano a mano con EL HERALDO. Y habló de todo, sin olvidar a su colega Danilo Tosello, claro…
¿Cuéntenos cómo han estado estos días posfinal?
Sinceramente me desconecté de todo. Me exigí mucho para llegar lo más lejos que hasta descuidé la familia… pero el lunes amanecí disfrutando de mis hijos, mirando de reojo algunos periódicos, quitando algún programa por la tele si miraba algún exceso de adulación, no haciéndome muchos problemas por lo que pasó.
Se fue sin hablar con la prensa el domingo. ¿Salió frustrado por perder la copa?
No salí enojado con el resultado, sabía que podía pasar, pero sí un poquito decepcionado porque el título se lo quería dedicar a mi gran amigo fallecido Ovidio Guevara, motagüense de corazón. Por eso me vestí todo de negro y me sentí mal porque no se lo pude dar. Junto a Rommel Murillo, que estaba llorando en el camerino, no salimos a recoger la medalla.
¿Cómo estuvo ese camerino en el medio tiempo?
Les dije que si seguíamos jugando así, mejor hiciéramos lo de Tigre ante San Pablo en la Sudamericana (no salió a jugar el tiempo B, tras ir perdiendo 0-2); nosotros solitos nos matamos con nuestros errores.
¿Pero se sentían derrotados?
No, no… pero sí éramos conscientes que remontar ese 0-3 era milagroso. Pero lo intentamos. No llegamos nunca, pero manejamos la pelota y no dejamos de correr.
¿Y qué les dijo a los jugadores en la charla final?
Que antes de terminar sus carreras los iba a ver levantando dos o tres veces una copa. Nunca antes dirigí un grupo tan unido como este, todos profesionales que nunca pusieron excusas, a pesar de lo vivido. Ellos entendieron que anteponer una excusa era de mediocre.
Pero Wilmer Crisanto dijo que durmieron en un hotel de quinta, con mala comida. No, pero antes de quedarnos en un hotel que nos iba a cobrar ciento y pico de mil lempiras por dos noches se prefirió usar ese dinero para cubrir otras necesidades. Todo lo teníamos bien claro.
A propósito de Wilmer Crisanto, Danilo Tosello dijo que empezó a ganar la final desde que lo vio por la izquierda. No, pero Tosello no entendió ese cambio. Ellos esperaban a Wilmer por derecha y díganme quién es el que les provocó peligro en las primeras dos jugadas: el Congo. Tosello tuvo la bendición de que le cayó el gol enseguida. No es que empezó a ganar la final cuando lo miró por la izquierda, pero lógicamente ya con el diario del lunes todo el mundo sabe a donde va ir un penal, ¿o no?
¿Qué tanto pesó el Nacional?
Habrá influido algo, pero influyó más la efectividad de Olimpia. Tuvieron dos en 12 minutos y las dos fueron adentro. Ya con dos en contra fue complicadísimo. Olimpia era un Mercedes-Benz y nosotros un Toyota Corolla y cuando nos tomó unos kilómetros de ventaja, qué íbamos a hacer.
¿O sea que el impacto psicológico fue el gol?
Sí. Los dos goles en 12 minutos. Quizá si Rojas erra ese gol te da tiempo de reacomodarte, pero segundo tiro, segundo gol. Como decimos en Argentina, ¡Qué culo el que tiene Tosello! O sea, qué suerte la que tiene.
¿No es un buen DT Tosello, entonces?
Puede ir para buen técnico, pero quisiera prestarle el puesto seis meses en Victoria y que él me preste el suyo en Olimpia, a ver si llega a una final o si es tricampeón.
¿Cree que la diferencia entre Olimpia y Victoria es ese 4-0?
Sí. Es la diferencia entre Olimpia y los demás clubes de la Liga que no sean España, Motagua y Marathón, porque invierten para eso. Son 42 millones de Olimpia contra siete de Victoria al año. Te aseguro que en Olimpia los premios ya los cobraron y a mí me deben tres meses y medio de sueldo y que con los sueldos de Luciano, Caetano y Bruschi nos pagan a todos los de Victoria; y con Rojas nos dan el décimo cuarto… ja, ja, ja.
¿Quiénes fueron los tres mejores jugadores del torneo?
Con Roger Rojas el Victoria era campeón nacional; lejos, es el mejor delantero de Honduras, más que Bengtson y Costly. Arias tuvo un campeonato increíble y Donis Escober terminó siendo el mejor portero.
¿Siente que tendrá su revancha en una final o desperdició su chance?
Siento que estoy en el mejor momento de mi carrera: agarro a Victoria, lo salvo del descenso, 10 puntos arriba de Platense, y luego lo meto a la final. Conozco el medio, sé qué jugadores pedir y cómo jugar en cualquier cancha. Tengo 53 años y sé que vendrá mi revancha.
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