El capitàn Carles Puyol rodeado de sus compañeros levanta la Copa
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El Barcelona ha arrollado al Santos brasileño por 4-0 y se ha coronado campeón del mundo en Japón en una final en la que el equipo de Pep Guardiola ofreció un nuevo recital y logró su segundo título del Mundial de Clubes.
Tras el golpe de autoridad azulgrana, no sería justo destacar solo la figura de Messi, descomunal durante todo el encuentro, ya que fue el equipo entero, valiente, voluntarioso y brillante, el que realizó un partido perfecto.
El argentino Messi, en dos ocasiones, y Xavi y Cesc, lograron los goles en una noche mágica para la historia que enmarca la brillante trayectoria del Barcelona.
Guardiola, obligado por la baja de David Villa y la duda de Alexis, apostó por fortalecer el centro del campo con Thiago y dejar solo en punta a Messi.
Por su parte, Ramalho, entrenador del Santos, sacrificó a un centrocampista de creación como Elano para apuntalar la defensa y sacar tres centrales y dos laterales con recorrido, Leo por la izquierda y Danilo por la derecha.
Los jugadores del Barcelona saltaron al campo con una camiseta en la que se podrá leer: «Mucha fuerza Guaje», como muestra de apoyo para su compañero David Villa que se fracturó la tibia en la semifinal y tuvo que regresar a Barcelona.
Con el título ganado hoy en Yokohama, el Barça cierra un año redondo (en el que también ha ganado Liga, Champions League, Supercopa de España y de Europa), y logra su segundo título intercontinental, tras el cosechado en 2009 ante el conjunto argentino de Estudiantes de La Plata.