El estado de Héctor Macho Camacho se agravó ayer, después de que el ex púgil recibió un disparo en la cara a bordo de un automóvil, y tanto sus médicos como sus familiares sopesaban la decisión de desconectar al otrora campeón mundial del respirador que lo mantiene con vida.
Los médicos habían informado originalmente que Camacho estaba en condición crítica pero estable, y confiaron en que sobreviviera luego de ser baleado el martes por la noche en Bayamón, la ciudad donde nació.
Pero su estado empeoró durante la noche, y su corazón dejó de latir en forma momentánea, confirmó el doctor Ernesto Torres, director del Centro Médico, una clínica de traumatología en San Juan.
“No ha habido ninguna mejoría. Esta es la pelea más dura en la vida de Macho Camacho”, dijo Torres, en una breve conversación con periodistas frente al hospital.
Torres explicó que dos especialistas examinarán al ex púgil, para determinar su nivel de actividad cerebral. Luego, los neurólogos sostendrán consultas con otros médicos y con la madre de Camacho, María Matías, quien viajó de Nueva York, para discutir si el paciente debe ser desconectado del respirador, afirmó Ismael Leandry, exmánager, quien ha sido amigo del Macho desde hace años y quien acudió también al hospital.
Leandry reconoció que Camacho libra una dura batalla. Camacho, de 50 años, se encontraba frente a un bar, en un Ford Mustang aparcado y junto a un amigo de la niñez, cuando recibió el disparo en la cara. El amigo, identificado como Adrián Mojica Moreno, de 49 años, falleció durante el tiroteo.