Kaka celebra uno de los goles contra Villarreal en el Bernabeu
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El Real Madrid volvió a ganar. Activó el modo apisonadora como ya pasara en La Rosaleda e hizo una primorosa primera parte que le bastó para tumbar a un Villarreal que sigue sin levantar cabeza.
El equipo dirigido por José Mourinho volvió a dejar sin respuesta a su rival. Los blancos salieron ejecutando una intensa presión que impedía que el Villarreal saliera con el balón controlado. El Madrid robaba pronto el balón y lo jugaba con velocidad y precisión tanto en el juego elaborado como en las vertiginosas contras a las que nos tienen acostumbrados los de Concha Espina. Y así llegaron los tres goles. En los minutos 6, 11 y 30, el conjunto merengue asestó tres zarpazos al Villarreal que los de Garrido no pudieron digerir. Benzemá, Kaká y Di María fueron los encargados de materializarlos tras sendas jugadas dotadas de una calidad al alcance de muy pocos equipos. Curiosamente estos tres futbolistas fueron los mejores de un Real Madrid que parece estar recuperando el nivel para volver a ser una de las apuestas por la Champions.
La segunda parte también se pareció bastante a la de Málaga. Sirvió para recuperar fuerzas en el equipo de Mourinho, y para no urgar en la herida de un Villarreal que parece seguir navegando a la deriva por la liga BBVA. Así llegó un encuentro al que le sobró el segundo acto al final de un partido que deja segundos a los blancos y les reafirma como una de las apuestas por el fúbolespañol, mientras que relega al equipo dirigido por Juan Carlos Garrido a puestos de descenso. Algo insólito para el ‘submarino amarillo’.