Librados de las pesadas cargas de un torneo lleno de presión y prolongando el dulce trago del tricampeonato Blanco, Roger Rojas y Sebastián Rosano se metieron a la intimidad de Diario El Heraldo para compartir el significado de la corona número 26 de los Leones.
El libro del diálogo lo abrió el uruguayo, quien de inmediato expuso la emoción de su primera estrella en su carrera: “Ganar el título con Olimpia fue una meta que me puse desde que llegué, me salió bien y ahora solo estoy disfrutando de este maravilloso momento”, dijo Rosano, quien enseguida retrocedió al domingo para confesar que dio “una vuelta olímpica solito con la copa, ja, ja, ja”.
El título más festejado
Contrario a Sebastián, Ro-Ro ha sumado su quinta corona, pero hace un balance para darle el sitio de honor que se merece esta copa por todo lo que representaba en el interior de la guarida.
“Todos los títulos los he disfrutado al máximo, pero creo que este último es de los más celebrados porque teníamos esa presión por el tricampeonato… la verdad que yo sentía nervios y creo que en este título es en el que más presión hemos tenido”, aseguró Ro-Ro.
Esa tensión tenía varios motivos, pero especialmente dos: los recientes fallecimientos de Faike Villeda (hijo del vicepresidente Rafael Villeda) y del utilero del equipo, Luis García.
“El jueves, antes de la final, que fuimos a entrenar sentíamos que faltaba alguien y ese era Luis”, confesó Rojas, mientras Rosano se hacía de fuerza moral para reforzar esa tristeza: “fue una semana muy dura”.
Pero, ese dolor de la familia olimpista se vio gratificada ante Victoria con un contundente 4-0 y corona para el León, por lo que ambos tricampeones saben que pueden decir misión cumplida, aunque el charrúa quiere más: “lo que debemos hacer nosotros es seguir levantando copas, vamos por el tetracampeonato”.