Aquellos memorables e inolvidables tiempos, en los que el hincha hondureño presumía y defendía las camisetas de Olimpia o Motagua, simplemente se fueron quedando como lindos recuerdos que se tatuaron en el pasado y que, en el presente, se han visto reemplazados por el amor a dos insignias foráneas.
Desde principios del siglo 21, la euforia en Honduras por los clubes españoles Barcelona y Real Madrid ha crecido tan aceleradamente, que en las calles de las urbes nacionales o en cualquier otro lugar público, como tiendas, bares, barberías o centros comerciales, es más común encontrar un distintivo de los Azulgrana o de los Merengues que uno de cualquier conjunto local.
“La gente viene a cortarse el pelo aquí y nos pide que pongamos los partidos de la liga española. Por eso hay dos televisores, porque cuando juegan al mismo tiempo, en uno ponemos el partido del Real Madrid y en otro el del Barça y la emoción es grande”, comenta José Lara, encargado de barbería Football City, una muy particular peluquería deportiva que engalana su interior con una gigantesca fotografía de los astros Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, y con otras ilustraciones de emblemáticos del fútbol mundial, pero que, paradójicamente, no tiene una tan sola imagen de un futbolista de la Selección, de Olimpia, Motagua, España o Marathón.
Los infantes, el vivo ejemplo… La algarabía por la “moda” del fútbol europeo, especialmente el de España y la Champions League, se evidencia principalmente en los niños. José Lara, militar retirado y padre de dos hijos futboleros -uno del Real y otro del Barcelona- recuerda la visita de un efervescente infante. “Un día a la semana los barberos pueden venir con la ropa que quieran y ese día uno andaba con la camisa del Madrid y otro con la del Barcelona. Entra un niño y el único desocupado era el muchacho con la camisa del Madrid y dijo: ‘Voy a esperar que termine el muchacho del Barça, porque con el del Madrid no me siento’… ja, ja”.
Una pasión generalizada
Esa es solo una de tantas historias que denotan el extremo apasionamiento que generan los gigantes del fútbol mundial en Honduras, un país que cuenta con peñas (grupos organizados de numerosos fanáticos) de Real Madrid y Barcelona, pero que apenas reportó un ingreso de 57,859 personas en 45 partidos de la primera vuelta del torneo anterior.
“La mayor atracción en Winners Sports Bar es el fútbol español, o sea, Madrid y Barca, definitivamente. Cuando hay un clásico entre ellos son tres pantallas gigantes las que se montan y el local se llena a tope, no baja de 250 personas”, explica Félix Flores, supervisor del exclusivo bar ubicado en el hotel Marriot. “Sin embargo, un Olimpia-Motagua es totalmente diferente, el clásico de Honduras no vienen ni a verlo”, comenta, mientras una empleada pule la cara de un Lionel Messi gritando un gol pintada en la entrada del local.
Invasión extranjera
Un recorrido por centros comerciales, el Paseo Liquidámbar o los barrios y colonias de la ciudad, descubre la realidad del marcado extranjerismo que vive el hincha nacional. Abundan las personas portando camisetas de Real Madrid, Barcelona, del fútbol inglés e italiano y, un poco menos, las de los argentinos Boca y River y del balompié mexicano. El país se paraliza cuando juegan en España y las redes sociales explotan como nunca cuando Cristiano Ronaldo se siente triste o Lionel Messi se compra un auto nuevo.
¿Por qué la afición catracha ha adoptado a estos conjuntos como propios y se ha olvidado de los equipos criollos? En el lugar de los hechos, José Lara, de barbería Football City, asegura que “nosotros no tenemos fotos de Olimpia y Motagua para no crear confrontación entre los aficionados, porque la violencia ha alejado a la gente de estos equipos; otra razón es porque no se percibe interés en los clientes, porque sinceramente se ha perdido el amor por los clubes de acá”.
Y, al hablar de argumentos por el desinterés hacia el certamen local, Félix Flores, de Winners Sports Bar, vuelve a intervenir para dar su punto de vista: “De acuerdo a los comentarios que escuchamos de las personas, eso se da por la calidad de nuestro fútbol. A nadie le gusta ver un espectáculo donde duermen la pelota o se encontrará con un aburrido 0 a 0; entonces, en el fútbol internacional la gente no mira eso”.
Los argumentos están sobre el tapete, para discutirlos. Pero, mientras los estadios hondureños cada vez se alían más con la soledad, a la par crece un fenómeno social que parece intensificarse al propio ritmo de los corazones catrachos que, cada fin de semana, laten más fuerte por el fútbol que desplegan la Pulga y CR7…
Selim: Debemos recobrar la identidad futbolística en Honduras
Consciente de que es una influencia que se ha extralimitado en los últimos años y que las repercusiones locales son muy alarmantes, el presidente de la Liga Nacional, Selim Canahuati, considera que es tiempo de hacer un trabajo generalizado para recobrar la pasión por nuestros equipos.
“Tenemos que tratar de contar con el apoyo de las autoridades para neutralizar esa percepción.
Debemos emprender una campaña de consciencia por resaltar la identidad futbolística nacional, sobre todo dirigida a los niños y destacar las figuras nacionales que van sobresaliendo”, dice Canahuati, quien admite que este fenómeno afecta directamente las asistencias en los estadios.
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