
El chileno Manuel Soto Araya a la izquierda del España vence a Roger Mayorga del Motagua en la final el 12 de diciembre de 1976 en el Estadio Morazán.
El chileno Manuel Soto Araya a la izquierda del España vence a Roger Mayorga del Motagua en la final el 12 de diciembre de 1976 en el Estadio Morazán.
Después de haber perdido tres goles a cero en el partido de ida el domingo 22 de mayo contra el Motagua, el Real España tiene la obligación de vencer al Ciclón Azul el domingo 29 por el mismo marcador para forzar el tiempo extra o por cuatro, para alzar el trofeo en tiempo reglamentario.
En la historia de las finales de Liga Nacional, que un club pierda el juego de ida por 3 goles de diferencia, da un porcentaje muy grande de probabilidad que el equipo ganador, termine llevándose el título.
Real España, en este caso, necesita hacer una remontada épica, apoteósica, legendaria, nunca antes vista en nuestro fútbol nacional, debe anotar 4 goles en el juego de vuelta para ganar en los 90 minutos el título y que Motagua no le anote alguno.
Ahora bien, si nos vamos a los libros de historia del fútbol en Honduras, ¿existe algún club que no haya ganado el juego de ida de un Gran Final y haya anotado 4 goles en el juego de vuelta?
La respuesta es ¡SI!
Hubo un par de clubes que lograron tal «hazaña».
A continuación, los antecedentes: