A los medios estadounidenses no parece importarles la Selección de Honduras como el rival de su equipo nacional, sino el «ambiente hostil» de San Pedro Sula, la ciudad que califican como la más peligrosa del mundo.
«El camino a la Copa Mundial comienza en serio para Estados Unidos este miércoles en un ambiente que, al menos en papel, podría ser más hostil», inicia un artículo titulado «Estados Unidos inicia la búsqueda de la Copa del Mundo en la ciudad más violenta del mundo».
Basado en cifras del Departamento de Estado de EE UU y reportes de grupos humanitarios, la prensa norteamericana concluye que San Pedro Sula, la segunda ciudad más grande de Honduras, es el lugar más violento en el mundo, con una tasa de homicidios de 159 por cada 100 mil ciudadanos, robo generalizado, violencia relacionada con droga y malestar social.
«Tal escenario es una simple realidad para Estados Unidos, para quien la buena fortuna de estar en una región relativamente débil en el mapa del fúbol a nivel mundial, trae enlazada una posibilidad de llegar a la Copa Mundial en Brasil el próximo año, aunque también una serie de ensayos turísticos a lo largo del camino», comenta.
Al ser cuestionado por los medios sobre la visita de EE UU a San Pedro Sula, el DT Junger Klismann dijo en conferencia de prensa que «cada continente tuene sus partes mañosas y ambientes difíciles, y San Pedro Sula definitivamente tiene su propio ambiente difícil, pero esos son los retos que los jugadores necesitan».
«Ellos necesitan pasar esos juegos, ellos necesitan probasrse a sí mismos y necesitan encontrar vías para conseguir el trabajo», añadió.
«Los equipos en la Concacaf, que abarca Norte, Centroamérica y Caribe, no son ajenos a las diversas artimañas perfectamente autorizadas, además de molestias tales como arbitraje errático y condiciones de juego prístinas», señala el artículo.
Por ello, recalca que los jugadores de Klismann sabrán que su camino a Brasil 2014 estárá abarrotado de «una multitud preparada para lanzar ataques hostiles, a menudo en lugares y puntapiés diseñados para proporcionar máxima incomodidad para los visitantes».
Además, hace referencia al cambio de horario del juego, previendo un clima más caluroso que afectaría a los jugadores estadounidenses, acostumbrados a «congelarse» en Europa, y al asueto otorgado por el gobierno de Honduras para cubrir el Olímpico de azul.
«El camino tiene que empezar en alguna parte, sin embargo, y pese a la nefasta reputación de San Pedro Sula, las cosas no se pondrán más fáciles para Estados Unidos este año», indica.
«Visitas a la fosa de los leones de la ciudad de México, el notoriamente difícil Costa Rica y sus superficies de juego horrible, y Panamá, seguido. Un viaje a Jamaica no será todo palmeras y cocteles tampoco. Los estadounidenses fueron derrotados ahí en la ronda preliminar de clasificación que tenía poco significado y sólo sirvió para sacrificar un montón de equipos más débiles de la competición», recalca.
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