Estrellas del fútbol, como el ghanés del Milan Kevin Prince Boateng, reunidas este jueves en la sede de la ONU en Ginebra, reclamaron más acción para acabar con las manifestaciones racistas en este deporte.
«El racismo es real y existe aquí y ahora», aseguró Boateng, víctima en enero de insultos racistas durante un partido amistoso que disputó su equipo en contra el modesto Pro Patria en Bursto Arsizio (nordoeste de Italia), que le llevaron a abandonar el terreno de juego, una acción seguida por sus compañeros del Milan.
«El gran problema con el racismo es que no hay una vacuna. No hay antibióticos. Es como un virus muy peligroso y contagioso, reforzado por nuestra indiferencia e inacción», criticó Boateng.
El ghanés agregó que las estrellas del deporte tienen una responsabilidad social: «Estoy convencido de que cometemos un error fatal si pensamos en combatir el racismo ignorándolo y pensando que puede desaparecer como un dolor de cabeza».
«Debemos actuar cada vez que nos enfrentemos a él», reclamó Boateng, que junto a otros futbolistas acudió a la sede de la ONU, convocados por el Alto Comisionado de Derechos Humanos con ocasión del Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial.
El exjugador francés Patrick Vieira solicitó a los deportistas que rechacen claramente el racismo y aseguró que no valen simples multas, sino que se debe proceder a la retirada de puntos o al descenso de aquellos equipos que se vean envueltos en manifestaciones racistas.
«Los autores de actos racistas en los estadios deben rendir cuentas», reclamó.
En un mensaje leído por uno de sus representantes, el presidente de la FIFA, Sepp Blatter, reiteró que el organismo no tolerará ningún tipo de discriminación en los estadios y llamó a la comunidad del fútbol a unirse contra este mal pro medio de la educación, adoptando sanciones lo suficientemente severas como para acabar con el racismo.
La Alta Comisionada de Derechos Humanos, Navi Pillay, instó a tomar «medidas radicales», citando como ejemplo el de la Federación Griega de Fútbol, que expulsó de por vida a un jugador de la selección por hacer el saludo nazi.