Estados Unidos con goles del universitario Jordan Morris y Juan Agudelo, venció 2-0 a México el miércoles en un partido amistoso en San Antonio, Texas.
Estados Unidos se acomodó mejor en el campo (en mal estado). Desde el silbatazo inicial, la escuadra de Jurgen Klinsmann quería sofocar a México cuando realizaba su salida y lo fueron consiguiendo.
Michael Bradley era el hombre que intentaba orquestar los avances de los norteamericanos, que llegaban al área mexicana, sin embargo fueron aproximaciones que sólo dejaron cierto nervio.
El Tricolor respondió a la presión de Estados Unidos con un tiro de Efraín Velarde pasado los 20 minutos, pero escuadra verde (que salió de blanco) no pudo acomodarse en sus líneas, sobre todo de ataque.
La jugada más clara de México fue generada al minuto 42, cuando Eduardo Herrera tiró al marco, pero la pelota se fue desviada y sacudió las redes por fuera. Los últimos instantes del primer tiempo ya fueron del Tricolor, que se fue al descanso con cierto alivio.
Y comenzó la pesadilla mexicana. Al 48’, ese dominio de la Selección de las Barras y las Estrellas se reflejó en el marcador, en una triangulación, le ganaron la espalda a la zaga mexicana y Jordan Morris entró al área para fusilar al portero Cirilo Saucedo para el 1-0.
El Tricolor, tras la desventaja se quedó chato, sin idea en su volumen de juego. Miguel Herrera mandó cambios tratando de buscar una reacción, que encontró, pero fue apagada al 72, cuando Juan Agudelo tomó el esférico y sin pensarlo tiró a la portería de Saucedo para vencerlo y las redes se sacudían anunciando el 2-0.
Orgullo al suelo. México a través de Luis Montes quiso acortar distancia, su tiro apenas se fue desviado. Los Norteamericanos seguían aprovechando el descontrol de su rival y en dos ocasiones estuvieron cerca de incrementar la ventaja, que de por sí ya era dolorosa para los miles de mexicanos presentes.
Sigue la paternidad de Klinsmann sobre México, el técnico de EUA supo cómo manejar un duelo que el Tricolor jamás se encontró y se regresan a casa con las maletas vacías y el orgullo dañado. Muchas conclusiones vendrán para el técnico nacional.