Fabio de Souza: “Venga quien venga, será muy difícil”

Su gallardía, determinación y liderazgo en el campo se contraponen con la cautela que suele mostrar fuera del rectángulo de las acciones para apagar todos aquellos causales de euforia que puedan distraer el objetivo final.

Sí, estando a cuatro desafíos de lograr un histórico tetracampeonato, Fabio de Souza agarra la capitanía de la experiencia para señalizar la ruta que debe seguir el León en este camino hacia la gloria: “Es mejor seguir así, sin hablar mucho, tenemos que concentrarnos en lo que viene porque no estaremos en la final sin antes ganar la semifinal”.

Cualquiera será complejo

Efectivamente, antes de figurarse cualquier celebración hipotética y más allá de no conocer aún el rival de turno en semis, el capitán merengue se enfoca, naturalmente, en la complejidad de la estación más inmediata, independientemente del adversario que toque en el cruce.

Y, es que, aunque el contrincante puede surgir de San Pedro Sula, Puerto Cortés o Santa Rosa de Copán, él aclara que “todos los rivales que se clasifican a la liguilla tienen el mismo valor porque tienen la calidad para estar allí, entonces venga quien venga será un equipo muy difícil”.

Y para ratificar la voz autorizada del gladiador blanco basta echar un vistazo al camino del León en el torneo Clausura, en el que su andar dejó varias dudas en el olimpismo, especialmente en la parte inicial del torneo.

La clave de la recuperación

Estando tan cerca de la meta, a su mente es inevitable que vengan aquellos primeros siete partidos, en los que ligaron tres derrotas y que invadieron de incertidumbre los hogares de los olimpistas.

Pero, al recordar esos altibajos, Fabio confiesa la clave que provocó la recuperación del equipo, ante la transición entre Danilo Tosello y Juan Carlos Espinoza.

“Pues el trabajo, ese es el primer paso, y luego el estar comprometidos, yo creo que esas son las dos cosas más importantes”, cuenta el central brasileño, quien no esconde que el estar en Olimpia implica una tensión diferente a la que se pueda sentir en cualquier otra institución deportiva del país.

Presión por ganar

Entonces, allí se armoniza con su interioridad para revelar la parte más compleja de jugar en el 26 veces rey: “Aquí si no se gana uno o dos partidos, ya hay una tensión grande. Siempre hay que estar con esa presión de ganar los partidos y tener que ganar los campeonatos, aquí no se pide otra cosa que no sea eso, entonces hay que estar constantemente ganando por eso”.

Y, ahora más que nunca, Fabio; el mundo Albo espera con ansias la cosecha de la cuarta estrella seguida y así agenciarse aún más de los archivos del fútbol hondureño, por lo que no hay duda que los hinchas descargan todas sus ilusiones en este barco que lidera JC, en el banco, y Fabio, en el campo.

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