El Comité Ejecutivo de la FIFA aprobó hoy la creación de un Comité de Buen Gobierno, que tendrá como objetivo principal luchar contra la corrupción, que en los últimos meses ha salpicado al máximo organismo del fútbol mundial.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, anunció la creación de este comité, que estará constituido por todos los sectores implicados en el fútbol: asociaciones, clubes, jugadores, ligas, aficionados, árbitros, patrocinadores, televisiones, representantes políticos y miembros de los Parlamentos de los países interesados.
«Su tarea principal será supervisar si se aplican las reformas de la FIFA que presentamos en el último Congreso, particularmente en lo referido a la transparencia y la tolerancia cero con la corrupción», declaró Blatter ante la prensa al término del Comité Ejecutivo.
Este nuevo Comité también tendrá que «establecer, si fuera necesario, medidas contra la corrupción y reglas de conducta, y presentar medidas que prevengan que el fútbol salga de sus límites».
«Finalmente, tendremos que recabar su opinión sobre cómo el fútbol puede recuperar su posición como una institución global que tiene el mayor número de participantes activos», declaró Blatter, que aseguró que la propuesta fue aprobada por unanimidad.
El Comité de Buen Gobierno trabajará en coordinación con cuatro Grupos de Trabajo especiales también de nueva creación, lo que implicará la revisión de los estatutos, un proceso que coordinará el presidente de la Federación Alemana de Fútbol, Theo Zwanziger.
Este órgano informará directamente de sus trabajos al Comité Ejecutivo de la FIFA, que posteriormente presentará sus propuestas al Congreso de la organización para su mejor funcionamiento.
Los miembros del Comité de Buen Gobierno se designarán en la próxima reunión del Comité Ejecutivo en diciembre, momento en el que «definiremos claramente su mandato», explicó Blatter, que adelantó que estará compuesto por aproximadamente 15 personas y que podrá previsiblemente emitir su primer informe en febrero de 2012.
Con el trabajo que haga este Comité, se presentarán propuestas al Comité Ejecutivo para «poder afrontar posibles enmiendas a los estatutos de la FIFA» en el próximo Congreso de 2012.
La FIFA está en el ojo del huracán tras la suspensión de dos de los integrantes de su Comité Ejecutivo ante sospechas de corrupción antes del Congreso en el que Joseph Blatter fue reelegido presidente para un cuarto mandato el pasado mes de mayo
El catarí Mohamed bin Hammam y el trinitense Jack Warner fueron suspendidos, acusados de sobornos en el proceso electoral de hechas por otros directivos de FIFA, lo que impidió al primero de ellos concurrir a las elecciones, dejando a Blatter como único candidato.
Preguntado por las dudas que planean sobre el resto de miembros del Comité Ejecutivo y sobre su conocimiento de las ofertas de soborno, Blatter defendió la integridad general de la FIFA.
«Una cosa es la reputación y otra cosa son las actividades de la FIFA. Nuestra reputación no se corresponde con las actividades que estamos haciendo en todo el mundo», declaró Blatter, que aseguró que nunca se le ha pasado por la cabeza la posibilidad de dimitir.
«No tengo la intención (de dimitir). ¿Cómo podría tenerla, habiendo sido reelegido hace poco por el Congreso?. Terminaré mi mandato (…). La familia de la FIFA avanza junta», afirmó.
Blatter comparó la situación de la FIFA con el de un país de 300 millones de personas: «en ese país hay gente que es corrupta, hay gente que es más que eso. ¿Usted diría que ese país es corrupto?. Cuando digo que la FIFA no es corrupta, lo que estoy diciendo es que la institución no es corrupta, aunque pueda haber gente corrupta».
«Al final del día, en la FIFA habrá racismo, violencia, dopaje, corrupción y lo que sea, porque en una familia de 300 millones de personas no se puede evitar», insistió.