La Selección de Honduras debutó en el Mundial Sub 20 de Egipto derrotando tres goles a cero a Hungría en un debut de ensueño después de las pobres actuaciones de representaciones Catrachas en competencias de este nivel.
Con dos goles de Mario Martínez y otro de Arnold Peralta, Honduras se convirtió de esta forma en el primer representante de la Concacaf en obtener un triunfo en el mundial de Egipto luego que Trinidad y Tobago, Costa Rica y Estados Unidos fueron goleados en su debut en la justa contrinental.
El primer tiempo de Honduras fue muy auspicioso. Pasados los primeros minutos y el nerviosismo natural por el debut, los muchachos de Emilio Umanzor mostraron pasajes de juego interesantes, siempre de la mano de esa sociedad que forman el capitán Martínez por derecha, Erick Andino por la izquierda y el lanzado Roger Rojas por el centro.
De hecho, la velocidad de los catrachos fue un problema irresoluble para los defensores húngaros, y ya antes de la apertura del marcador habían tenido dos buenas oportunidades en los pies y en la cabeza del mismo Rojas.
El gol llegó gracias a una jugada personal de Martínez, a quien dejaron avanzar con el balón dominado por el medio y sacar un latigazo de zurda inatajable (35′, 1-0).
La noche de Martínez Hasta ese momento, Hungría no había logrado rédito alguno de su traslado prolijo, y apenas si había hecho trabajar a Francisco Reyes con un peligroso tiro libre ejecutado por Adam Presinger.
Su entrenador Sandor Egervari echó mano al banco en el entretiempo e hizo entrar a Roland Varga y Marko Futacs, con la intención de tener más presencia en el campo hondureño.
Sin embargo, fue un mero cambio de nombres, no de esquema, por lo cual Honduras mantuvo el control de las acciones en los primeros compases del complemento. Incluso arañó el segundo tanto en otra buena llegada de Rojas por la derecha, aunque su disparo pegó en la parte exterior de la red.
Un poco por mérito del rival, y otro poco por comodidad, los catrachos se retrasaron unos metros. Hungría tomó nota de asunto, miró el tablero y entendió que debía arriesgar si quería la igualdad. Pero no tuvo ideas claras, por lo que sus intentos se limitaron a remates de media distancia de Krisztian Nemeth y Adrian Szekeres.
Cuando Honduras se dio cuenta de la fragilidad ofensiva húngara, volvió a tomar las riendas del partido. Ni siquiera debió apelar a ese juego atildado de la primera etapa, ya que definió el duelo con dos tremendos golazos de media distancia, uno cortesía de Martínez (70′, 2-0), el otro de Arnold Peralta (84′, 3-0).
