Los hondureños inundaron las redes sociales con mensajes en los que acusaron al brasileño Neymar de ser un futbolista «teatrero» y «piscinero».
El jugador del FC Barcelona recibió varias faltas en el partido tras las que reclamó al árbitro que le mostrara tarjetas a los hondureños.
En una de las acciones, Wilson Palacios del Stock City tomó de la cintura a Neymar y se ganó la amarilla.
Luego Neymar pidió penal en una jugada antes del final del primer tiempo. En base a su habilidad burló y dejó en el suelo a Víctor la Muma Bernárdez y llegó a cerrar Arnold Peralta para quitarle el balón con categoría.
El brasileño se molestó porque el central no le complació. En siguientes jugadas los catrachos le entraron con mayor fuerza y, a criterio de muchos, Neymar magnificó las faltas, provocando repudio entre aficionados hondureños.
Pero lo cierto es que los defensas hondureños perdieron la cabeza cada vez que Neymar los eludía y por duras infracciones pintaron de amarillo a Muma Bernárdez y a Boniek García.
Neymar salió a los 67 para darle ingreso a Hulk. Fue notorio que Scolari lo excluyó para evitar una lesión.
Pese a este aspecto antideportivo, el partido entre Brasil y Honduras ha llenado la expectativas dentro de un marco espectacular en un Sun Life Stadium abarrotado.