RIO DE JANEIRO (AP) — La brigada antibombas pasó a toda prisa entre las multitudes en la playa de Copacabana para investigar un paquete abandonado cerca del hotel más lujoso de Río de Janeiro. Pese al posible peligro, los comensales locales siguieron bebiendo cerveza, viendo las competencias de natación olímpica en televisores de pantallas grandes y hasta se tomaron selfies con un robot de eliminación de explosivos en medio de lo que resultó ser una falsa alarma.