Uno de los principales sospechosos de la reventa de boletos en el Mundial de Brasil, el británico Ray Whelan está profujo de la justicia, según la fiscalía brasileña.
Ray Whelan, ( 64), director de la empresa asociada de la FIFA Match Services y acusado de revender boletos del Mundial ilegalmente, abandonó su hotel y está «prófugo» de la justicia, informó la fiscalía de Rio de Janeiro.
La justicia brasileña decretó este jueves la prisión preventiva de 11 acusados en la red internacional de reventa de boletos de la Copa del Mundo, incluido Whelan, indicó en un comunicado enviado a la AFP.
«La policía está realizando operaciones para detener a Raymond Whelan, que está prófugo», precisó la fiscalía.
El único acusado que no tuvo decretada la prisión preventiva es un abogado que colaboró con las investigaciones.
Las 12 personas están acusadas de integrar una organización criminal, revender entradas ilegalmente, actos de corrupción activa, lavado de dinero y evasión fiscal.
Salvo Whelan y el abogado que colaboró en la investigación, los otros 10 acusados ya están detenidos en el complejo penitenciario de Gericinó, en Bangú (periferia de Rio).
La policía llegó este jueves al lujoso hotel Copacabana Palace donde se alojaba Whelan, pero no lo halló.
– Por la puerta de atrás –
Whelan «salió por la puerta de servicio, lo vimos en las cámaras, saliendo apurado. Es considerado prófugo», dijo el comisario Fabio Barucke, a cargo del caso, al portal de noticias G1.
«La información que tuve es que huyó. No fue preso. Como no había una orden de arresto en su contra, podría hasta haber solicitado otro pasaporte en el consulado. El es inglés. Si se va a Inglaterra, ¿va a responder a un proceso allí? ¿Y si fuese condenado, regresará para cumplirlo?», preguntó el fiscal de Rio de Janeiro Marcos Kac, en declaraciones a agencia Brasil (estatal).
El director de Match Services había sido arrestado el lunes por la policía de Rio en el mismo hotel, pero fue liberado horas después, al recibir la libertad condicional. La policía informó entonces que su pasaporte había sido confiscado.
Match, con sede en Suiza, acusó el miércoles a la policía brasileña de arrestar ilegalmente a Whelan, y aseguró que éste era inocente y cooperaría con las investigaciones.
La policía cree que Whelan facilitaba las entradas para que fueran vendidas de manera ilegal y que estaba por encima del francoargelino Mohamadou Lamine Fofana, otro de los acusados en prisión.
De acuerdo a la policía, el director de Match pasaba entradas VIP de cortesía a Fofana, destinadas originalmente a distintas ONG, patrocinadores y familiares de jugadores.
Fofana las revendía ilegalmente con ayuda de agencias de viaje y de sus altos contactos en el mundo del fútbol.
Unas mil entradas eran revendidas ilegalmente por partido, a un precio base de 1.000 euros (unos 1.360 dólares) cada una, dijo el fiscal Kac a la AFP.
El esquema estaría en funcionamiento desde 2002, hace cuatro Copas del Mundo, según la policía.
La operación policial fue bautizada «Jules Rimet» en honor del presidente francés de la FIFA que creó la Copa del Mundo.
Este es el último escándalo que salpica a la FIFA, que ya enfrenta denuncias de que algunos de sus integrantes aceptaron sobornos para apoyar la elección de Catar como sede del Mundial en 2022.