La moda del gol es colombiana y se escribe con el apellido Estupiñán. Ante Marathón, el delantero del Platense hizo el primer triplete de su vida y reconoce que todo “es muy gratificante”.
Javier Estupiñán se ríe de su suerte y sus 1.87 metros se imponen a punta de goles en el área enemiga. “En menos de un mes ya tengo 30 amigos en Platense y eso es lo más importante en el fútbol, que es un deporte de conjunto”, explica el gigantón de 29 años.
El hat-trick que le marcó Estupiñán al Monstruo Verde le trajo consecuencias: siete puntadas en su ceja derecha, producto de un encontronazo con un defensa, pero no lo suficiente para dejarlo fuera del partido ante la Máquina.
Muy emocionado
El momento dulce de Estupigol trasciende las fronteras de la cancha de fútbol. Su esposa, Renata, está esperando al primer bebé de la pareja, una niña a la que llamarán Isabella.
“Eso me tiene el doble de emocionado”, cuenta el exdelantero de Pasto, mientras se distrae en una calurosa mañana de verano en el puerto más importante de Centroamérica.
Declarado hincha de “los equipos que juegan bien al fútbol”, inmediatamente la mente de Estupigol se llena de esas figuras que le han marcado un camino.
“De Martín Palermo aprendí la forma de ubicarse en el área. Lo que hizo el Titán nadie lo podrá olvidar y es algo que ha quedado para la historia; también me gustan Emmanuel Adebayor y Samuel Eto’o”, continúa diciendo el hombre que tiene soñando a todo un club con sus goles.
De la noche a la mañana
Guillermo Acosta, gerente deportivo del club y también contratista, fue el encargado de traer a este elemento, amante de las baleadas catrachas y de la hermosa playa de Cortés. Que se aliste la Máquina, porque Estupigol va por más gritos en la Liga…