A la espera de los más determinantes cambios por parte de las autoridades que lo rigen, el fútbol hondureño parece ser un tren descarrilado que se conduce irremediablemente hacia el fondo del precipicio.
Tan alarmante como angustiante, la crisis financiera del país ha tocado drásticamente el bolsillo de prácticamente todos los equipos de la LNP; incluso de aquellos clubes grandes que, antes, se consideraban económicamente estables, pero que en el presente torneo se han visto agobiados por las constantes huelgas.
El caso más patético es el de Marathón, que apenas el miércoles regresó a los entrenamientos, tras los dos días de “tacos caídos” que decretaron los futbolistas, cansados de no recibir dinero hace dos meses. “Habrá que rebajar la plantilla en el futuro, con mayoría de jóvenes, porque no hay plata”, indicaba Rolando Peña, director deportivo del Verde, después de llegar a un acuerdo con el capitán Mario Berríos.
En La Ceiba, mientras tanto, viven dos de los equipos más endeudados. “Estas son las últimas horas de los jugadores caros y de las planillas altas; salarios de 70 o 100 mil lempiras van a quedar en el olvido”. El que aporta al tema es el presidente de los Jaibos, Eduardo González, quien acepta su deuda de dos millones y medio de lempiras al plantel.
Similares circunstancias atraviesan equipos como Savio, Choloma y Platense, que tienen obligaciones por dos meses, así como Vida, cuyo plantel amenaza con no jugar en la próxima fecha. Al echar un ojazo a esta innegable realidad, el mandamás lechero comenta: “Antes éramos pocos los equipos en crisis, pero ahora se generalizó. Solo hay tres que pueden solventar sus deudas”.
Todos la resienten
Si bien, como lo dice González, en esta lista negra no aparecen Real España, Motagua y Olimpia, los propios dirigentes de estos conjuntos no esconden la calamidad del balompié.
“El Olimpia para nosotros no es rentable, porque cuesta 40 millones anuales y, ni con los patrocinadores ni taquillas, percibimos la mitad; entonces, este es un esfuerzo de la gente que sigue creyendo que el fútbol es una necesidad para mucha gente, pero un día nos vamos a cansar”, cuenta, como una advertencia, el dirigente Miguel Flores Cisneros.
Esa versión del representante del bicampeón es refundada por el jerarca de los Lecheros, quien no anda por las ramas para reconocer que “todos los días se saca plata del presupuesto personal, porque Victoria es como tener un hijo que todos los días se enferma”.
Regular sueldos…
No importando la grandeza de una u otra institución, no se puede esconder la compleja realidad que vive este deporte; el mundo del fútbol pide soluciones para evitar una debacle y una sería el establecimiento de techos salariales, porque algunos sueldos no van acorde con la realidad del país.
“A la gente le da temor lo del techo salarial, pero ahora el fútbol se ha hecho carísimo. Yo tengo una empresa en donde hay profesionales con dos maestrías que vienen ganando 25 mil lempiras y hay algunos jugadores que, para empezar, piden 300 mil por firmar y 100 mil mensuales”, cuenta Cisneros; González complementa lo explicado por el olimpista diciendo que ese límite de pagos se debe hacer de acuerdo a la capacidad económica de cada club.
“El tope salarial no depende de cuánto gana cada jugador, sino cuánto se puede pagar. Por eso no se puede definir un solo techo, sino que tiene que ser por institución”.
Palabras y hechos deben ir de la mano y, mientras sigue la pugna entre la escasez de recursos y el amor por el fútbol, la herida número cinco sigue esperando en la agonía que alguien levante la voz y tome pronto sabias decisiones…
Selim Canahuati: Hay que contener el gasto
Reconociendo que es una de las épocas más difíciles que vive el fútbol hondureño, el presidente de la Liga Nacional, Selim Canahuati, anticipa que es urgente reunirse con los presidentes de los 10 equipos profesionales y consensuar cambios.
“Esperamos contar con el apoyo de todos los presidentes para analizar todas las ideas y tomar decisiones en forma unánime”, advierte Canahuati, quien no pierde la esperanza de revertir la situación.
Dentro de los tópicos a dirimir, el dirigente anticipa que se analizarán los sueldos que devengan los futbolistas, puesto que “es necesario contener el gasto desmedido de los equipos, porque los presupuestos de los equipos no reflejan la situación económica del país”.
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