El domingo, una manifestación pacífica en la que se pedía su regreso a Motagua terminó manchada de sangre. El lunes Amado Guevara mostró su solidaridad y visitó a los heridos en el hospital Escuela.
En su rostro se evidenciaba la tristeza y no es para menos. El saldo de un ataque armado dejó 22 aficionados motagüenses heridos y, lamentablemente, uno de ellos murió en la sala de operaciones en la que los médicos lucharon por mantenerlo con vida.
«Tuve conocimiento de lo que pasó. Lamento este momento. Si alguna vez fallé pido perdón a los aficionados. Espero que toda esta gente se recupere y no pase a más», dijo Guevara.
Además expresó su pesar a los familiares de Óscar Manuel Galo Varela, el joven de 20 años que falleció por las balas. «Hay que parar esto», exigió el Lobo con mucha tristeza por un acto vandálico más por la rivalidad en el fútbol y que deja luto en Honduras.
Desencajado por ver el dolor en los heridos, Amado dijo que tuvo conocimiento «de lo que pasó y siento mucho agradecimiento a los aficionados por reconocer el esfuerzo que se dí en el equipo».
Por ahora las autoridades investigan el sangriento hecho y la sociedad espera que se de con los responsables.