Roger Rojas tiene desvelado al Primitivo
Mientras en el complejo “Pedro Atala Simón” Ramón Maradiaga se quiebra la cabeza y consulta con la almohada quién debe ser el sustituto ideal del sancionado Amado Guevara, en Amarateca todo es tranquilidad y hasta tiempo para un almuerzo hubo para que los jugadores del Olimpia botaran presión.
Y aunque la ventaja lograda el pasado domingo de tres goles a uno no le garantiza nada a los “Merengues” que ven cada vez más cerca la posibilidad que acabar de una vez por todas con la paternidad del Motagua en las finales, lo cierto es que el equipo se ve más motivado que el adversario que quedó herido de muerte en el juego de ida.
Maradiaga no solo tiene que buscar el relevo de Amado Guevara si no, ordenar al equipo que dio enormes libertades en defensa que fueron cristalizadas por el Olimpia que sediento de gloria, salió a liquidar a un rival que en el papel era el favorito y en la cancha donde se escriben las verdaderas historias, dejó mucho que desear.
Además de replantear el equipo, buscar mayor solidez en todas las líneas, Ramón Maradiaga deberá encontrar la fórmula para lograr acortar distancias y buscar el alargue y allí, volver a empezar a jugar la final en igualdad de condiciones y para ello, el Motagua tiene nada menos que la necesidad de hacer dos goles y no permitir ninguno un dilema que tiene al estratega motaguense frente a un tablero de ajedrez, midiendo cada movimiento porque por ahora, está en Jaque…
