En el puerto hay “gran positivismo” y “pocos nervios” para la gran final del sábado ante Motagua. El plantel lechero entrena por la tarde y la misión es no caer en la tentación promovida por Pedro Atala en la capital (dijo que Victoria entra a patear a los rivales).
“Somos un equipo aguerrido, con temperamento, por eso es que nos pueden ver así”, explica Eder Arias, el patriarca de la zaga.
Inmediatamente, el colombiano de buen suceso en la Liga concluye el tema con un contundente “nunca entramos a la cancha para golpear a nadie, no somos malintencionados. El fútbol es un deporte de roce y nosotros no jugamos como millonarios, jugamos con hambre y eso se ve en la cancha”; el Jaibo ocupa un empate para asegurar su cupo en la repesca (o ganar por goleada y que Real Sociedad pierda por goleada para llegar al segundo puesto).
“Acá los dos llegamos presionados. Motagua ocupa ganar y nosotros vamos por ubicarnos lo más arriba posible”.
No hay excusas…
Acto seguido, Arias descartó que les perjudique jugar con el público en contra en Olanchito (habrá mayoría de seguidores azules): “No, para nada, más bien nos gusta que nos digan cosas”.
Antes de retirarse a entrenar, el central dio la fórmula para detener a la dupla Jocimar-Eddie: “Van bien en el juego aéreo y esos duelos siempre son muy buenos, así que hay que comer mucho pescado y patacón para detenerlos… ja, ja, ja”.