Este domingo, Honduras tendrá un nuevo campeón. Platense, buscará en su cancha del Estadio Excelsior en Puerto Cortés agregar su tercera estrella, Motagua la decimocuarta.
Platense será local en el partido de vuelta de la final del Torneo Apertura el 18 de diciembre, 2016
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Este domingo, Honduras tendrá un nuevo campeón. Platense, buscará en su cancha del Estadio Excelsior en Puerto Cortés agregar su tercera estrella, Motagua la decimocuarta.
Dirigido por el argentino-hondureño Diego Vásquez, el Motagua llega al puerto con la ventaja del triunfo por 1-0 que obtuvo el domingo pasado en Tegucigalpa.
Al Motagua le bastaría el empate en el Estadio Excelsior para ser campeón, mientras que el Platense, que dirige Reinaldo Clavasquín, otrora jugador del Motagua y asistente técnico de Vásquez en el club capitalino, debe ganar al menos por 2-1.
De conseguir el objetivo, el Platense levantará su tercera copa desde que se fundó la Liga Profesional de Fútbol de Honduras, en 1965.
El Platense fue precisamente el primer campeón de la Liga Profesional, y desde entonces ha ganado dos títulos, el segundo en 2001.
En caso de que el Platense se impusiera por 1-0 en los 90 minutos, el juego se prolongaría por otros 30, y si persiguiera el mismo marcador la final se definiría mediante penaltis.
En la víspera, Vásquez subrayó que «un gol de diferencia pesa» en una final y que mañana el objetivo del Motagua es ganar el decimocuarto campeonato.
Agregó que el Platense saldrá resuelto a hacer su juego en busca de ganar el campeonato, pero que el Motagua también tiene recursos para regresar a Tegucigalpa con el trofeo de campeón.
Clavasquín, por su parte, ha expresado que el Platense buscará resolver el partido a su favor ante un rival que «ha venido de menos a más».
El Platense cerró de segundo en las dos vueltas regulares del torneo, lo que por reglamento le permitió esperar a uno de los ganadores que disputaron una repesca para jugar la semifinal, en la que dejó afuera al Real España.
El Motagua, que clasificó en cuarto lugar, en la semifinal se impuso al Olimpia, su eterno y vecino rival, en Tegucigalpa, que había cerrado en primer lugar en las vueltas regulares.