Todos aguardan muy pendientes, todos están a la expectativa de escuchar que su nombre sea pronunciado en la boca del expríncipe del mediocampo olimpista y así ser protagonista de la fiesta más esperada del semestre.
El reloj marca las 10:00 de la mañana, la penúltima práctica de los blancos ha culminado y Juan Carlos Espinoza reúne a sus pupilos, agarra su libreta y comienza a mencionar los 20 designados que están citados para la gran final de mañana ante la Real Sociedad.
“La gente está con disposición, sabiendo que el partido del domingo es el último, pero que son situaciones que se han sabido manejar en otros torneos y esperamos que las cosas nos salgan de la misma manera”, dice un JC.
Ansias por escuchar el pitazo
Lo acompaña su infaltable cruz colgada en el pecho, se ve con la misma serenidad de siempre; aunque, claro, es innegable que ha sido una semana muy diferente a cualquier otra de 2013.
“Siempre hay un poco de ansias, de llegar al domingo y jugar”, dice al tiempo que reconoce que las sensaciones que lo embargan en estas horas previas al pitazo inicial son muy distantes a aquellas que sentía cuando acariciaba la cinco en la cintura del campo olimpista.
Y, claro, ahora la copa ya no depende de una de sus exquisitas jugadas o uno de sus magistrales pases, sino de lo que puedan hacer cada una de las piezas que él ha escogido para revertir la caída del primer round en el Aguán.
“Por supuesto que la sensación es totalmente diferente, siempre es mejor estar allí adentro y jugar, pero espero que los jugadores tengan una buena respuesta y la van a tener”, apuntaba mientras miraba y señalaba el césped en donde espera que su equipo revierta la historia de Tocoa y conquiste lo inédito: el tetracampeonato.
Total confianza en sus pupilos… Ese 0-1 de la ida ha provocado que alguna gente no esté contenta y que otra piense que el León se hará valer en su guarida, pero el timonel Albo se aparta de ese entorno y apuesta toda su fe en sus elegidos.
“Les debo tener confianza porque si no les tengo confianza estoy fregado; pero los jugadores deben tener un rendimiento óptimo y estar con la confianza de un equipo grande como es Olimpia, que en la mayor parte de las veces ha sacado esto adelante”, sostiene el hombre que llegó al Albo en 1984.
Por supuesto, habiendo estado en la cueva desde hace 29 años y habiendo sido testigo de diversas hazañas, JC confía en que su equipo haga uso de esa grandeza histórica para celebrar la corona 27. “Una vez que se llegue el partido hay que sacar lo que Olimpia ha sacado siempre y mostrar esa mística que ha tenido durante muchísimos años y que espero que esta vez no sea la excepción”, apunta.
Entonces, al escuchar esas palabras, se le consulta: ¿pero los jugadores están conscientes de esa grandeza?
“Por supuesto, y si no ¿por qué crees que están acá estos huevones?”.
Fiel a su estilo. Palabra contundente del guía merengue, quien sabe que lo ideal será anotar en los primeros minutos del juego, aunque advierte que el partido dura 90 minutos y que “hay que tener la tranquilidad y hay que hacer un esfuerzo de buena calidad para no sufrir y sacar bien el encuentro”.