Aquella peculiar carrera de los músculos, que comenzó a los 13 años de edad, lo llevó a consagrar un destacado séptimo lugar en el reciente Míster Universo de Inglaterra, que lo tiene satisfecho, pero no conforme…
Identificado por su evidente carga muscular, Pompilio Aguilar recibe en su gimnasio a Zona para compartir las emociones que representó situarse entre los mejores fisiculturistas amateur del mundo, así como hablar de sus inicios en un deporte que ha venido ganando camino en Honduras.
“Este Míster Universo es un evento legendario porque tiene 64 años que se realiza. Allí llegan competidores de todo el mundo y, en esta ocasión, me quedé en la séptima posición en mi categoría, por lo que fue un buen logro”, cuenta Pompilio al hacer referencia a la competencia que se desarrolló el pasado 3 de noviembre y en la que estuvieron 25 fisicoculturistas de todo el mundo, especialmente del continente europeo.
Una competencia de altos quilates… Sin embargo, esa satisfacción no fue de la noche a la mañana, ya que detrás de ese puesto de honor está un duro y prolongado trabajo con las pesas, que inició desde octubre de 2011.
“Uno se pone una meta de entrenamiento y dieta de un año, pero los últimos cuatro meses se va con todo; por tanto tiene que haber una verdadera pasión por el deporte porque muchos no tienen la voluntad de hacer dieta y entrenar tantas horas”, cuenta el atleta, mientras su gimnasio Pompilio’s Gym cada vez luce más nutrido de hombres y mujeres que intentan cambiar la grasa por el músculo.
Pero, en medio de su enorme alegría por su desenvolvimiento, él hace una pausa en su relato para reconocer que su lugar pudo haber sido igual o mejor que aquel quinto puesto que logró en el mismo campeonato de 2009.
Pudo ser mejor…
“Sinceramente, pude haber estado mejor, por lo que sí quedé con un mal sabor de boca porque no llegué en un 100 por ciento con mi preparación y eso lo noté ahorita que hice un evento local”, se confiesa Pompilio, a quien lo respaldan múltiples campeonatos nacionales y centroamericanos.
De momento, Pompilio (aquel pequeño que despertó el gusto por el fisicoculturismo mediante el pulso en la escuela) se sigue preparando para estar en el próximo Míster Universo de 2013 y coronar su meta: “ganar un cetro mundial”.