Por edad, más bien debería estar jugando fútbol. No pasa de los 35 y, en vez de andar con zapatos tacos, pule sus botines negros y se lanza a la aventura. Eduardo Gonzales está a punto de hacer historia al convertirse en el presidente más joven en levantar una copa de campeón…
Y pensar que hace muy pocos años era el vocal “X” de la directiva de César Nasthas. “Llegué como un novato y prácticamente sin entenderle a esto”, acepta el empresario de los mariscos que arriba al Jaibo en la campaña 2001-2002; Eduardo rompe los paradigmas y esquiva los pasillos ceibeños, que hablan de un pasado Rojo para el primer ciudadano Lechero. “Pero de ahí para acá soy full Victoria”.
Entre la espada…
Futbolero de sangre, a Eduardo le ha tocado vivir muchos capítulos amargos: el descenso del orgullo de la familia Kawas (luego le compraría la categoría a Honduras Salzburgo), una pobre campaña pasada (hasta que Héctor Vargas llegó al rescate) y enormes problemas financieros que lo tienen al borde del colapso.
Por eso, si Rafael Ferrari vive un paraíso con Olimpia, Eduardo Gonzales parece estar habitando el propio infierno. él mejor descomprime la situación, por más que en la nuca tenga la respiración de cada jugador ceibeño que hace dos meses y medio no cobra sueldo.
“Tengo tres años de ser presidente y ha sido una experiencia muy bonita. En este puesto se aprenden cosas interesantes y te abre muchas puertas”.
De a poco, su desconocida cara ha empezado a ser habitual en los programas de televisión y en las páginas de los diarios; también en las constantes disputas entre el primer plantel del equipo que busca su segunda estrella de campeón y la dirigencia de un club que se debate entre la vida y la muerte. “El único pero es el dinero, pero es bonito el compañerismo entre dirigencias”, rescata de todo esto…
¿Es un espejo para usted la figura de Rafael Ferrari? Don Ferrari es alguien a quien aprecio mucho, es una persona muy recta, respetuosa, que siempre trata las cosas de frente; es un personaje digno de imitar, por su organización y conocimiento del fútbol. Hay otros equipos que posiblemente tengan igual o más dinero que el señor Ferrari, pero no han tenido el mismo orden, por eso fracasan.
El domingo habrá, por supuesto, un buen apretón de manos entre los dos personajes de las sillas presidenciales. “Hemos estado trabajando muy fuerte esta semana y ojalá que la recompensa a todo este sacrificio que hemos tenido sea el título nacional”. ¿Desunión? “Acá no hay desunión en el grupo, siento más bien que se ha consolidado más tras el juego de ida y descarto que pase cualquier cosa rara en Tegus”
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