Las derrotas sufridas por Estados Unidos frente a México y Costa Rica en el inicio del hexagonal final de las eliminatorias de la Concacaf al Mundial de Rusia 2018 ha dejado más que nunca en la cuerda floja al siempre cuestionado técnico alemán Jurgen Klinsmann.
Si ante México nadie entendió el esquema táctico con el que inició el partido, un ficticio 3-5-2, que en realidad era un 5-5-2, que le costó la derrota 1-2 en Columbus (Ohio), la humillación ante Costa Rica con goleada de 4-0 confirma que el nivel futbolístico de Estados Unidos ha bajado de manera considerable.
El espejismo del cuarto puesto de la Copa América Centenario fue eso, una acumulación de circunstancias, incluida el factor suerte, que cayó del lado de Estados Unidos, pero que en el campo de juego nunca demostraron ningún tipo de calidad.
Un torneo en el que de acuerdo al presidente de la federación de fútbol de Estados Unidos, Sunil Gulati, todavía no está claro si la selección de las Barras y las Estrellas va a continuar su participación de forma permanente cada cuatro años.
Como tampoco dijo, ni nadie dentro del comité organizador del torneo que se disputó en Estados Unidos, primera vez que se dio en su historia fuera de los países de Latinoamérica, los ingresos que se generaron con la competición y como fue la distribución de las ganancias millonarias que hubo.
Durante el torneo de la Copa América Centenario, el técnico costarricense Óscar Ramírez ya había anticipado y reivindicó en la fase de grupos que el combinado nacional «tico», a pesar de la derrota que sufrió contra Estados Unidos (4-0) y su eliminación, el equipo centroamericano hizo mejor fútbol.
«Jugamos mucho mejor que Estados Unidos, que se limitó a aprovechar las oportunidades de gol, con un penalti más que dudoso», declaró Martínez el pasado junio. «Fuimos mejor equipo, al margen del resultado negativo».
Lo volvieron a demostrar esta noche en un partido en el que Costa Rica dominó de principio a fin en todas las facetas del juego, especialmente en la colocación en el campo, su gran defensa y mejores ideas futbolísticas.
Aunque Klinsmann, la pasada semana, antes del partido frente a México, volvió a tener el apoyo de Gulati, fue el elegido que utilizó el máximo responsable del fútbol en Estados Unidos para sacar del cargo a Bob Bradley, padre del centrocampista internacional Michael Bradley, la imagen dada por la selección nacional ante Costa Rica será motivo de una profunda reflexión.
«Jurgen (Klinsmann) culminará al proceso de clasificación al Mundial Rusia 2018», declaró Gulati. «Estamos seguros que al final del mismo Estados Unidos estará clasificado».
Después de los visto frente a Costa Rica y la manera como Panamá ha crecido futbolísticamente, Estados Unidos tendrá motivos para estar preocupados por el futuro de la selección nacional.
No tanto por las dos derrotas cosechadas al comienzo del torneo, que nadie esperaba, pero si por lo que analistas deportivos en Estados Unidos consideran la ausencia dentro de la selección nacional de un sistema de juego que la identifique en el campo.
Misma crítica que el máximo goleador en la historia de la selección, el delantero Landon Donovan, hizo nada más concluir el Mundial de Brasil 2014, mientras que Bob Bradley, en sus primeros comentarios sobre la salida de la selección, fue categórico cuando dijo que los equipos nacionales que él dirigió jugaban mejor fútbol de conjunto que el actual.
Los resultados también le dieron la razón, nunca perdió por goleada de 4-0 frente a un equipo de la Concacaf en partidos de clasificación al mundial.
Ahora Klinsmann tendrá hasta el próximo 24 de marzo, cuando volverá la acción del hexagonal con el duelo de local ante Honduras, para pensar y reflexionar sobre todo lo que falló en los dos partidos, que el propio entrenador alemán había definido como «claves» de cara a todo el proceso de clasificación.
De ahí que al concluir el partido frente a Costa Rica, Klinsmann admitiese que era «una situación muy amarga para nosotros, incontestable, porque no nos imaginábamos comenzar el hexagonal con dos derrotas de entrada».
Depués de ver como el equipo jugó, la suerte fue que en el partido ante México no hubiese terminado también con goleada.