El Victoria fue el segundo mejor equipo en la vueltas regulares del torneo Apertura de la Liga Nacional de Honduras, pero en la Gran Final no demostró el nivel que lo llevó a luchar por el título.
Olimpia fue superior y aprovechó las fallas defensivas del Victoria que en Tegucigalpa se desmoronó y no dio luces de la categoría que mostró en semifinales ante el Motagua y que tenía ilusionados a los aficionados ceibeños.
Héctor Vargas no sabía que hacer y pese a realizar cambios para equiparar el juego, sus dirigidos, al parecer no entendieron las indicaciones, y sucumbieron ante las 30 mil gargantas olimpistas que llenaron el estadio Nacional.
Un factor que pudo haber incidido en el plantel del Victoria es que los directivos les adeudaban algunos meses de salario. Esto mantuvo molestos a los Jaibos que incluso amenazaron con no ir a la final si no les cancelaban la deuda.
Ese fue un contraste en la final ante Olimpia, el equipo mejor pagado de Honduras y acostumbrado a ganar títulos.
El Victoria no se justificó de la derrota pero dejó un sin sabor en la afición hondureña pero sin desmeritar la exitosa campaña del Olimpia que festejó el segundo tricampeonato de su historia. El primero fue bajo el mando de Nahúm Espinoza y ahora con el argentino Danilo Tosello.
Al Victoria solo le quedó regresar con el subcampoeonato a la Ceiba…