OAKLAND, California, EE.UU. (AP) — Desanimado, con su tobillo izquierdo débil y la temporada de su equipo en juego, Stephen Curry se preguntaba si podía recuperarse a tiempo para el juego más importante de su carrera hasta que un mensaje de texto apareció en la pantalla de su teléfono cerca de las 2:00 de la mañana del sábado.