Uno de los elementos más valiosos que tiene el Victoria en este momento es Wilmer Crisanto. El lateral es un guerrero incansable por la derecha y una de las voces autorizadas para hablar de Motagua y la semifinal.
“Nosotros tenemos dos salidas, ganar o empatar, pero si vamos pensando en igualar podemos quedar fuera de la final. Motagua solo tiene una salida y es ganarnos en casa”, dijo Wilmer, quien además recordó el encuentro de ida en Tegucigalpa, donde Azules y Lecheros quedaron 1-1.
“Lo bonito fue que los dos clubes jugamos a ganar, ambos tuvimos posibilidades de matar, pero ahora recibimos un rival de respeto que se supo componer en la recta final del torneo”.
La dirigencia de Motagua pondrá a disposición de su público varios autobuses para movilizar a la hinchada motagüense al Municipal. No solo fanaticada del Victoria habrá. “Mucho mejor porque jugaremos a estadio lleno. A Motagua le espera un infierno allá porque en La Ceiba mandamos nosotros.
Héctor Vargas ha demostrado que este equipo se le para bien a quien sea y sin necesidad de meternos atrás”. Los Azules se quejaron del juego violento de Crisanto, “no hubo mala intención de parte mía en lesionar al Chino, espero que se recupere. Creo que ninguno de nosotros tiene ese juego sucio como dicen por ahí”.
El plantel está motivado en esta final pese a los problemas que sufren por el atraso en sus salarios.
“Nosotros nos hemos unido de una forma impresionante. Es triste cuando un compañero llega y dice que no tiene para comer. Los jugadores hacemos contribución para ayudarle al que no tiene. Lo peor es cuando en casa te piden para tus hijos y uno no tiene de dónde sacar plata”.
Agregó que “La Ceiba merece un campeón y queremos ser nosotros. Los clubes ceibeños como el Vida también han ratificado que quieren pasar de la tabla media. Victoria además no quiere ir a pasear a la final”.
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