El jugador de la selección de Argentina Lionel Messi (i) disputa el balón con el arquero Carlos Arias (d) de Bolivia,
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La selección argentina de Leo Messi sigue generando muchas dudas y más aún tras empatar a uno ayer frente a Bolivia en partido correspondiente a la clasificación para el Mundial de 2014.
Los bolivianos tenían muy bien aprendida la lección desde la Copa América. Encerraditos atrás esperaban a la Argentina, esta vez de Sabella, pero que no ha evolucionado demasiado desde la dirigida por Sergio Batista. La albiceleste, con Pastore, Messi y un buen Fernando Gago, buscaban derrocar la muralla pero ni el jugador del Paris Saint Germain ni el del FC Barcelona parecen ser las apuestas por el fútbol mundial que sí son cuando visten las camisetas de sus clubes. Tras una polémica jugada en la que el colegiado anuló un gol a Gonzalo Higuaín, Burdisso, Messi y Pastore pudieron adelantar a los argentinos pero entre el guardameta boliviano Carlos Arias, el palo y el desacierto anotador evitaron que los de Alejandro Sabella se pusieran por delante en el luminoso.
En este momento apareció la debilidad defensiva de la albiceleste. Un equipo aspirante a todo no puede formar con dos centrales venidos a menos como Martín Demichelis y Nicolás Burdisso. Entre ambos, facilitaron el gol a Martins Moreno, el mejor de los visitantes. El central del Málaga e durmió estrepitosamente y, en función de apagafuegos, Nicolás Burdisso demostró que ya no está para estos trotes. Alejandro Sabella debería buscar nuevas apuestas por la seleción argentina en la posición de central.
La reacción de la albiceleste no se hizo esperar. Lavezzi ingresó en el campo y en el primer balón que tocó puso el 1-1 en el marcador. De manera incomprensible, esto no reactivó a los de Sabella. Sólo mediante acciones individuales lo intentaba Argentina. Evidentemente, dada la calidad de los jugadores de los que dispone, pudo llevarse el encuentro en jugadas aisladas de Messi, Pastore y cía, pero este no es el camino y la afición que llenaba El Monumental lo sabe. Un empate a uno frente a Bolivia es grave, pero lo es más aún las malas sensaciones que deja el equipo partido tras partido.