El Barcelona, que el sábado se proclamó matemáticamente campeón de la Liga española por 22ª vez, estrenó su título con una victoria en el campo del Atlético de Madrid (2-1), pero también con una lesión del argentino Lionel Messi.
El astro albiceleste, con problemas físicos en el último mes y medio, se retiró a falta de unos veinte minutos para el final y dejó a su equipo con diez, ya que Tito Vilanova ya había hecho en ese momento los tres cambios, pero fue a partir de ahí cuando llegó la remontada.
El colombiano Radamel Falcao adelantó al Atlético en el 51, tras recibir de Gabi y batir a José Manuel Pinto en un mano a mano, pero el Barça, ya con diez, evitó la derrota gracias a un tanto del chileno Alexis Sánchez (72), con disparo ajustado al paso tras apoyarse en Cesc Fábregas, y a un gol en contra de Gabi (80).
Sánchez fue amonestado tras su tanto por quitarse la camiseta para mostrar otra en la que dedicaba el gol a su madre.
El Barcelona cuenta ahora con diez puntos de ventaja -y un partido disputado menos- sobre el segundo, el Real Madrid, que el sábado empató 1-1 en el terreno del Espanyol. Los catalanes suman 91 puntos y si ganan los tres duelos restantes llegarían a los 100.
Un pequeño bálsamo
Esta alegría permite a los catalanes recuperarse de la decepción que supuso su caída ante su gran rival madrileño en las semifinales de la Copa del Rey y, sobre todo, el doloroso global de 7-0 en contra que registró en las semifinales de la Liga de Campeones ante el Bayern de Múnich alemán.
“Teníamos claro que teníamos que recuperar la Liga. El objetivo era ver si al principio podíamos ponernos por delante y aguantarlo”, explicó Tito Vilanova, entrenador del conjunto barcelonista.
En el palmarés histórico de la Liga española está a diez títulos del equipo más laureado, el Real Madrid (32 a 22).