Los seleccionados involucrados en dopaje por clembuterol están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias. Antonio Naelson Sinha y Édgar Dueñas, por ejemplo, han levantado la voz y no piensan dejar que sus nombres sean ensuciados.
Una de las decisiones que podrían tomar jugadores o la propia Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) es demandar a la proveedora de carne, que en este caso es la distribuidora Ideal.
«Sí, claro que sí [pueden demandar a la proveedora de la carne]. Hasta donde yo sé, ya se mandó analizar una porción de carne para poder demostrar que fue esto. Aunque lo primero que se tiene que hacer es demostrar que fue una ingesta accidental. Ya no tienen por qué tener ninguna sanción para los jugadores», detalla Thelma Herrera, abogada laboral, quien ha llevado casos como el del americanista Carlos Sánchez o el conflicto de naturalizados y su falsificación de documentos para poder jugar.
Ante este panorama, Manuel Méndez, director general de la empresa Ideal, descartó tomar acciones legales por las acusaciones que se le imputa. Destacó: «Somos hombres de trabajo y no de demanda».
«No creo que me deba defender de nada. Lo único que tengo que dar es un testimonio por escrito de todo lo que yo comercio. De dónde lo compro y qué origen tiene. Esa es mi labor», sostiene la cabeza de una empresa fundada en 1972.
La litigante laboral aconseja que se deben esperar a los resultados de los nuevos exámenes realizados en UCLA para asegurarse de que fue en el alimento consumido en el CAR donde se produjo la contaminación de clembuterol.
«Si se demuestra que así fue, pues la Federación tendría que tomar cartas en el asunto, porque no puede ser que a nuestros seleccionados les pase esto. Como Femexfut, no puede ser que estoy contratando a estos cuates para que me den carne para todos los seleccionados y que salga una cosa de estas. La misma Federación tendría que hacer su demanda para solucionar esto, porque se dice fácil, pero hay un daño moral a los pobres seleccionados», comenta Herrera.
Manuel Méndez recuerda que su empresa no es la encargada del ganado y que ellos se encuentran en la última parte de una larga cadena. Reitera que ellos «no meten las manos en el producto». Además, sus proveedores de carne tienen reconocimientos de rastros TIFF, el más alto en el mercado.
«Que lo vayan a demandar a uno para nadie es bueno, pero tengo confianza en que se tome en cuenta lo que les digo: primero, que la idea que la contaminación se dio por medio de la carne no es un hecho comprobado. La otra es que yo no soy engordador de ganado. Yo sólo distribuyo la carne. Lo que me llega a mí, ya las autoridades ya han revisado. Sagarpa revisa los rastros», enfatiza el empresario.
Méndez también subraya que ya les mandó una serie de documentos a la Femexfut desde el pasado jueves para demostrar que sus proveedores de carne cuentan con los certificados correspondientes de ser productos confiables.
Un hecho a destacar es que la empresa de carnes Ideal dejó de mandarles su producto en un plazo de tres meses y que fue hasta el 17 de mayo que de nuevo volvieron a abastecer al CAR.