El FC Barcelona no podrá reeditar su corona de campeón. El equipo azulgrana lo intentó todo para remontar su eliminatoria ante el FC Internazionale Milano, pero fue incapaz de romper el muro defensivo transalpino.
A pesar de la ausencia de ocasiones, el Camp Nou se esperanzó con la expulsión de Thiago Motta en el 28′ pero el Inter demostró su condición de aspirante al título con un brillante repliegue defensivo, incluso con un jugador menos. Gerard Piqué puso al Barcelona a un tanto de la gran final en el 84′, pero los azulgranas no pudieron culminar su remontada. De esta manera el FC Internazionale Milano y el FC Bayern München disputarán la próxima final de la UEFA Champions League el 22 de mayo en el Estadio Santiago Bernabéu.
Para levantar el 3-1 adverso que el Inter arrancó de Italia el Barça se encomendó a Xavi Hernández y Lionel Messi, catalizadores del juego azulgrana. Sin embargo, y como es habitual en las grandes citas, Josep Guardiola se guardó un as en la manga con la alineación: Yaya Touré sustituyó al sancionado Carles Puyol y Gabriel Milito se movió al lateral izquierdo, dos acciones que facilitaban ‘a priori’ el movimiento de balón para de nutrir balones al tridente Messi – Pedro Rodríguez – Zlatan Ibrahimović. El Inter, por el contrario, apostó sobre seguro e intentó repetir la misma alineación que tan buen resultado le dio en Italia con Diego Milito y Samuel Eto’o como principales amenazas, pero en el calentamiento se lesionó Goran Pandev y le sustituyó Cristian Chivu.
Un ambiente espectacular rodeó unos primeros compases que comenzaron con la misma tónica que el partido de ida: un Barça dueño del balón ante un Inter resguardado en su área. Pedro fue el primero en probar fortuna con un disparo escorado en el 3′, pero a pesar de la necesidad de goles, el Barcelona no dejó guiarse por la angustia o las prisas incluso cuando el Inter intentó llevar el encuentro a su terreno con constantes interrupciones.
A los pocos minutos el Barça se percató de su desafío. Tenía que dar la vuelta a la eliminatoria pero para ello debía romper la seguridad defensiva de un Inter que comenzaba a clavar el mismo planteamiento que en el partido de ida. Los jugadores azulgranas siempre recibieron el esférico rodeado por jugadores interistas, que conformaron dos líneas muy juntas que dificultaron la creación de ocasiones. No fue hasta mediado el primer tiempo cuando el Barça dispuso de una nueva oportunidad, otra vez en los pies de Pedro.
La situación cambió completamente en el minuto 28, cuando el Inter se quedó con diez hombres por la expulsión por doble amonestación de Thiago Motta, jugador crecido en las categorías inferiores azulgranas. La acción animó a la grada y al Barça que se volcó en busca de un esperanzador primer tanto. Messi rozó el tanto con un disparo desde la frontal que rechazó a córner Júlio César con una gran estirada, pero el Inter no perdió la compostura y se fue al descanso con el empate a cero.
Tras la reanudación y con la inferioridad numérica el Inter se olvidó del ataque y centró sus esfuerzos en el repliegue defensivo mientras el Barça buscó una mayor profundidad en banda izquierda con la entrada de Maxwell por Milito. Nada de esto funcionó para el Barça, que siguió chocando contra el muro transalpino. Lo intentó de todas las maneras, pero el Inter estuvo impecable, muy ordenado en defensa y con los jugadores muy involucrados en tareas defensivas, en especial sus hombres más adelantados: Wesley Sneijder, Milito y Eto’o.
Touré y Dani Alves lo intentaron desde la distancia, pero el ataque azulgrana no carburaba, por lo que Guardiola se lo jugó todo con la entrada de Bojan Krkić por un combativo Ibrahimović y de Jeffren Suárez por Sergio Busquets. Cambio de hombres pero misma dinámica, ya que el Barcelona no encontró un resquicio por donde doblegar la defensa visitante. Bojan pudo meter al Barça en la eliminatoria con un cabezazo que se escapó rozando el palo en el 82′, pero dos minutos después Gerard Piqué, en funciones de delantero centro, enmendó el error de su compañero para dar esperanzas a la grada.
En los últimos instantes el Barça se volcó en busca del milagro, pero al final será el Inter el que dispute la gran final de la UEFA Champions League que se celebrará el próximo día 22 de mayo en el Estadio Santiago Bernábeu. Entonces luchará ante el FC Bayern München por un título que no conquista desde hace más de cuatro décadas.