El Valencia se acerca a los octavos de final de la Champions League tras su victoria por 4-2 ante el Bate Borisov en Mestalla.
El encuentro fue sumamente extraño. Por el resultado puede parecer que el Valencia fue infinitamente superior, pero nada más lejos de la realidad. Los de Pellegrino, que volvió a contar con Jonás para la mediapunta después de algunos partidos de castigo, tenían la pelota pero el ritmo de juego estaba muy lejos de lo necesario para desarbolar al siempre bien ordenado equipo bielorruso. El encuentro parecía estar en tierra de nadie hasta que Tino Costa puso un balón desde la izquierda que Jonás envió al fondo de las mallas. Veremos si el brasileño se va entonando y vuelve a ser una de las mejores apuestas de este equipo. A renglón seguido Soldado tranformaba un penalti cometido sobre Guardado para establecer el 2-0 en el marcador. Sin comerlo ni beberlo, el BATE se veía con un resultado desfavorable al descanso en un partido en el que no había merecido tanto castigo.
Pero este Valencia tiene pólvora y lo demostró a la vuelta de vestuarios. Feghouli, tentado por el PSG según las noticias de fútbol, puso el 3-0 en lo que parecía la sentencia definitiva. Pero si algo tienen los bielorrusos es que no se rinden bajo ningún concepto. Así, Bordachev y Mozolevski recortaron distancias de la misma manera que se había adelantado el Valencia con tanta claridad, sin que nadie lo esperara. Pero para respiro valencianista tan sólo tres minutos después del gol visitante y a tan sólo cuatro del final del partido, Banega se inventó un genial pase para Feghouli que éste no desaprovechó.
De este modo, el Valencia sigue líder del grupo empatado a puntos con el Bayern de Múnich y se distancia en tres con el BATE. La próxima semana los de Pellegrino reciben a los alemanes y los bielorrusos se enfrentan al Lille. Interesante cuanto menos.