En una inesperada decisión a pocos días de las elecciones presidenciales de la FIFA, el organismo rector del fútbol mundial anunció el miércoles que abrió un expediente contra el candidato Mohamed bin Hammam por acusaciones de sobornos en su campaña para tratar de desbancar a Joseph Blatter.
La FIFA citó al líder de la Confederación Asiática de Fútbol y al presidente de la CONCACAF, Jack Warner, a una audiencia de ética el domingo para encarar acusaciones de corrupción en la campaña presidencial qatarí.
Las acusaciones, presentadas por el secretario general de la CONCACAF Chuck Blazer, posiblemente arruinarán las leves esperanzas de bin Hammam de derrotar a Blatter en la votación del 1 junio entre las 208 asociaciones nacionales que integran la FIFA.
«A raíz de los hechos presentados en este informe, que incluyen acusaciones de soborno, el secretario general de la FIFA Jerome Valcke… solicitó al comité de ética de la FIFA que abra un expediente disciplinario», indicó el organismo en un comunicado.
La FIFA dijo que las acusaciones están relacionadas con la reunión que bin Hammam tuvo con los 25 líderes del fútbol caribeño el 10 y 11 de mayo en Trinidad, el país natal de Warner, en la que solicitó su respaldo en las elecciones.
«Esta reunión estuvo relacionada con la próxima elección presidencial de la FIFA», señaló la FIFA.
El asesor de la campaña de Blatter, Brian Alexander, indicó que el líder del organismo no comentará al respecto.
Bin Hammam ayudó a organizar la reunión después que no poder acudir a la asamblea anual de la CONCACAF una semana antes en Miami.
El qatarí no recibió una visa para entrar a Estados Unidos, a pesar de viajar con un pasaporte diplomático. Su error administrativo le dejó la vía libre a Blatter para cabildear por votos en esa reunión.
Warner ha sido una figura de poder en la FIFA y su respaldo era esencial para la candidatura de bin Hammam. Blatter recibió el endoso de los líderes de las confederaciones de Africa, Europa, Oceanía y Sudamérica.
La CONCACAF _que tiene 35 miembros en Norte, Centroamérica y el Caribe_ no ha anunciado oficialmente su postura.
Bin Hammam y Warner tienen previsto estar el jueves en Zurich para una reunión del comité de finanzas de la FIFA, y para acudir el lunes a una reunión del comité ejecutivo de la FIFA encabezada por Blatter.
Ambos encaran largas suspensiones si se demuestran las acusaciones de soborno. Los dos fueron reelectos este año a sus cargos como líderes de sus respectivas confederaciones.
Otros dos dirigentes de la Unión Caribeña de Fútbol, Debbie Minguell y Jason Sylvester, también encaran pesquisas éticas de la FIFA.
Los cuatro sospechosos tienen que «presentar su postura» el viernes y reportarse el domingo ante el comité de ética, señaló la FIFA.
Las acusaciones de corrupción han sido el tema principal de la campaña presidencial, después de varias acusaciones de sobornos en las campañas para elegir las sedes de los mundiales de 2018 y 2022.
Bin Hammam fue una de las figuras principales en la exitosa candidatura de Qatar para el Mundial de 2022. Esa nación del Golfo Pérsico luego fue acusada ante el parlamento británico de pagar 1,5 millones de dólares a dos miembros del comité ejecutivo de la FIFA a cambio de sus votos.
Un denunciante de Qatar tenía previsto reunirse el miércoles con la FIFA para presentar evidencia de sus acusaciones. Sin embargo, la FIFA señaló que el denunciante «decidió no acudir a la reunión» por consejo de sus abogados.
Blatter no descartó la semana pasada reabrir la votación para la Copa del Mundo de 2022 si se demuestra que hubo corrupción. Las otras candidaturas eran de Estados Unidos, Australia, Japón y Corea del Sur.
Qatar derrotó 14-8 a Estados Unidos en la última ronda de votación del comité ejecutivo. Dos miembros del organismo ejecutivo, Amos Adamu y Reynald Temarii, fueron suspendidos dos semanas antes por el comité de ética.
Warner no es ajeno a los escándalos: en 2006, fue censurado por la FIFA después que se demostró que su familia se lucró al vencer paquetes de viaje a sobreprecio para los hinchas de Trinidad que acudieron al Mundial de Alemania de ese año, el primero en la historia para la isla caribeña.