Jared Borgetti junto a su esposa Mónica, Alejandro Irarragori y sus hijas
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Se impuso la cordialidad y finalmente se develó la estatua del artillero Jared Borgetti, quien en un momento de su oratoria se le cortó la voz para dar un sentimiento especial a la ceremonia donde estuvo acompañado de su madre, más familiares, su esposa y sus dos hijas.
Alejandro Irarragorri, presidente de Santos Laguna, estuvo sentado a la derecha del sinaloense en un gesto de asperezas limadas y fue quien invitó a doña Gertrudes a tomar la silla a un lado de su hijo para estar mejor ubicada en el momento.
«Hace 18 o 19 años platiqué con mis hermanos y le pedí a mi mamá la oportunidad de ir a Guadalajara, ella me dijo que no, entonces mis hermanos y yo la convencimos», recordó Jared ante un nutrido público reunido a un costado del estadio Corona.
Continuó con su relato: «Ella me dijo que no, porque Guadalajara es una ciudad muy grande, allá a nadie conocemos, pero le insistí y le pedí la oportunidad de un año para demostrarme y me fuera bien».
«Hoy no sé qué decirle más que pedirle disculpas porque no regresé al año (voz entrecortada) y espero que se sienta orgullosa de mí porque ella sintió (cuando me fui) que perdía un hijo. Muchas gracias madre», expresó.
Dijo que la estatua no sólo representa su vida futbolística, sino muchas cosas, y por eso escogió esa imagen, la del remate con la cabeza para derrotar a Necaxa y dar el 22 de diciembre de 1996 el primer título a Santos Laguna en su corta historia.
«Esta estatua representa la ayuda de mis compañeros para que Jared pudiera anotar goles, también a la afición que siempre me apoyó», dijo.
Esta es la primera estatua de la ruta llamada «Santos Inmortales». «Es importantísimo que se arranque con este remate de la alegría», dijo y como no iba ser así, porque recordó que «cuando llegué a Torreón conocí el amor de mi vida, Mónica, mi esposa».
Expuso que «ella es parte de mi crecimiento. Muchas gracias, te amo» y dio por terminada su oratoria para que Irarragorri lo pusiera de ejemplo de tenacidad, esfuerzo, entrega y sacrificio para alcanzar grandes objetivos, victorias y glorias.
Lo resaltó como el máximo goleador en la historia de Guerreros, de la selección mexicana, el hombre que con su gol le dio el primer título que inició la cadena de otros, el querido y ovacionado por la afición.