Aunque son partidos amistosos, en los clásicos de verano los protagonistas dejan la piel en la cancha, desde su invención. Pero las victorias en la temporada veraniega no son sinónimo de resultados positivos durante la competencia oficial. Si no, vale preguntarle al Boca de Carlos Bianchi, que cayó 3-0 con River por la Copa Ciudad de Córdoba del año 2000, pero que después, alzaría la Copa Libertadores, el Torneo Apertura y la Copa Intercontinental en Japón. …