La polémica encendió los ánimos en el clásico entre Marathón y Olimpia en el estadio Morazán de San Pedro Sula.
Todo ocurió cuando cayó el segundo gol del Marathón. En la jugada el jugador del Verde cabeceó y se desvió en el arquero Escober para colarse al fondo del arco.
Sin embargo vino un lío cuando el línea marcó tiro de esquina y el central tomó el balón para discutir la jugada. De inmediato se vinieron encima de ellos los 22 jugadores y algunos miembros del cuerpo técnico de ambos equipos.
Luego de mostrar varias amarillas, el central Erick Andino dio como valido el gol. En la repetición ofrecida por la televisión se ve claramente que el balón ingresó al marco.