Mario Griffin, forjador de campeones, historiador incansable

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Mario Griffin Cubas fue el primer entrenador que logró el tìtulo de forma invicta con el CD Olimpia, además de un bi campeonato y una Copa de Campeones de Concacaf, leyenda inmortal de los Leones.

El Club Deportivo Olimpia fue el equipo de sus amores, con el que alcanzo metas gloriosas e inigualables, con quien consiguió el primer bicampeonato su historia en 1967 y 1968, además campeón de la Confederación Norte Centroamérica y del Caribe de Fútbol (Concacaf) en 1972.

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A la izquierda Rafael Ferrari, Carlos Calistrin Suazo y Mario Griffin Cubas en un homenaje a leyendas del CD Olimpia.

A las 6:20 de la mañana del martes 14 de Mayo del 2013, el corazón bien olimpista de Mario Griffin Cubas sufrió el impacto final; un paro cardiaco dejó sin vida en el hospital El Carmen de esta capital a uno de los técnicos más exitosos de la vida deportiva del Club Olimpia

Originario de Puerto Cortés y padre de 11 hijos (dos ya fallecidos), en agosto 5 habría cumplido 84 años. “Por haber nacido en Cortés, en el fondo se sentía platensista. Pero claro que era olimpista, como la mayoría de sus hijos”, cuenta Mario Griffin júnior.

Ese personaje en su vida

Una especie de adelantado a su época, supo sobrellevar el régimen disciplinario de su eterno mentor, el brasileño Pedro Otto Bumbel. “Con él recibió su primer curso de entrenador y de ahí en adelante significó mucho en su vida, lo marcó”, recuerda Griffin júnior.

Tanta fue la admiración de Mario Griffin por el adiestrador nacido en Río Grande do Sul que bautizó a uno de sus dos hijos como Otto Enrique.

¿Y Enrique por qué? “Es que mi papá fue el descubridor de Enrique «la Coneja» Cardona, cuando era el entrenador del Hibueras de La Lima”.

El último adiós

De carácter fuerte, pero llevadero. Ecuánime en sus decisiones. Se le veía normalmente en la antigua Calle Peatonal de Tegucigalpa, la ciudad que lo acogió como su segunda patria. Maestro de generaciones, hizo del instituto Central una apología a la buena educación. “Enseñaba baloncesto, volibol, fútbol y de muchos de sus hijos fue padre y maestro”, trae Griffin júnior a la memoria.

Personalidades ligadas al fútbol llegaron a pasar las últimas horas con el considerado mejor entrenador de Honduras en las décadas de los sesenta y setenta; entre ellas, Santos «Cocodrilo» Gonzáles y Ángel » Toño»  Obando, dos de sus yernos.

Entregado al fútbol

Apoyada en un bastón, su esposa, Antonia Carías, no podrá olvidar nunca al hombre con el que compartió 65 años de casados. “La verdad es que fue toda una vida. Mario casi no pasaba en la casa por pasar en la cancha, ya que siempre le gustó eso de la pelota; el poco tiempo que estaba en casa pasaba mirando o escuchando fútbol, era su pasión”.

Al mismo tiempo, una de sus nueras, Miriam de Griffin (esposa de Mario Griffin júnior), asegura que don Mario “pasaba bastante pendiente de doña Antonia. Le llevaba detalles y le decía mi Liz Taylor”.

El técnico fue el primero que hizo campeón a Olimpia en 1966 y después ganó el torneo de 1967, para convertirse en el primer bicampeón de la época profesional hondureña.

Campeón invicto con el Olimpia

En los 49 años de historia de la Liga Nacional, el Olimpia es el único campeón invícto y esa gloria, tiene firma y sello, Mario Griffin Cubas quien por razones nunca aclaradas, dejó el equipo en las últimas fechas a cargo del capitán, Carlos «Calistrín» Suazo» recordó el estadigrafo y periodista Angel Geovanny Gómez en su programa de ABC Radio 550 AM.

Griffin Cubas grabó su nombre en el primer bi campeonato «Merengue», 1966-67 cuando los torneos se jugaban a año calendario y no en semestres como en la actualidad.

Agregó otro laurel más a su carrera en 1971 siempre con el Olimpia.

Antes, Mario Griffin Cubas ascendió a primera División al Atlético Indio en 1966, pero pasó a dirigir al Olimpia.

El Club Deportivo Olimpia fue el equipo de sus amores, con el que alcanzo metas gloriosas e inigualables, con quien consiguió el primer bicampeonato su historia en 1967 y 1968, además campeón de la Confederación Norte Centroamérica y del Caribe de Fútbol (Concacaf) en 1972.

Selecciones Nacionales

Junto a Carlos Padilla Velásquez, Mario Griffin Cubas estuvo a cargo de varias selecciones. La más recorda fue la de 197o para las eliminatorias al Mundial de México de ese año. La última, fue la Juvenil que participó en Puerto España, Trinidad/Tobago en 1984 y de la cual, surgió uno de los que es considerado de los mejores defensas en la historia de Honduras, Raúl Martínez Sambulá.

La historia, otra pasión

Mario Griffin Cubas más con esfuerzo de amigos que de la misma Federación de Fútbol, quiso dejar huella al publicar en dos ediciones la historia del Fútbol de Honduras.

Junto a sus amigos y colegas de «mil batallas»., José S García a quien él llama «Profe García», Héctor Miguel Maradiaga, Guasalo», Griffin Cubas dejó en las 250 páginas de la única publicación que registra la historia del balompié Catracho, una obra que con el tiempo ha ido alcanzando el valor que no le dieron cuando le dio vida a un largo sueño.

«Es muy difícil emprender una obra de esta naturaleza, escribir historia, pues como comprenderá el lector, el tiempo o el polvo dr han encargado de cubrir, sino borrar, la mayor parte de los datos que podrían servirnos de base para el mejor desarollo de este trabajo» es el prologo del Libro «Historia del Fútbol en Honduras» y como era su característica, la humilad, en lugar de frmar Mario Griffin Cubas, optó por utilizar los «Autores»

 

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