Ante el anuncio de los seleccionados de México de querer jugar en otra sede que no sea el Estadio Azteca, en Costa Rica su próximo rival no les inquieta la decisión.
Miguel Layun celebra con Andrés Guardado y Héctor Herrera el primer gol contra Estados Unidos el 11 de noviembre, 2016 en Columbus, Ohio (Foto: FIFA)
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Miguel Layun celebra con Andrés Guardado y Héctor Herrera el primer gol contra Estados Unidos el 11 de noviembre, 2016 en Columbus, Ohio (Foto: FIFA)
Ante el anuncio de los seleccionados de México de querer jugar en otra sede que no sea el Estadio Azteca, en Costa Rica su próximo rival no les inquieta la decisión. Aunque el ex seleccionado Hernán Medford opina que darán ventaja.
Según el técnico del Tri, en declaraciones a la Cadena ESPN, varios de sus dirgidos le han manifestado sentirse afectados de jugar en la altura de 2.20 metros sobre el nivel del mar de la Capital mexicana.
En casa de oficializarse el cambio de sede para el duelo del 24 de marzo contra Costa Rica, las opciones son Monterrey y Guadalajara.
Según Luis Antonio Marín, asistente técnico de Óscar Ramírez, aunque la decisión beneficie a los jugadores aztecas, a los seleccionados ticos no les afecta en nada.
“Beneficios no le veo. La base de la selección juega fuera de México y eso hace que la altura los afecte a ellos. Me parece que están buscando otro tipo de público, pero independientemente de eso, nosotros tenemos que mantenernos fuertes e ir a buscar los tres puntos en cualquier escenario”, aseguró Marín.
Para Costa Rica, el Azteca ya no es un estadio imbatible. Esa muralla se derribó en noviembre de 1997, cuando lograron un empate a tres goles.
De los últimos seis juegos eliminatorios que disputó Costa Rica en ese reducto, consiguió cinco puntos tras obtener un triunfo, dos empates y tres derrotas.
“Lógicamente, la altura siempre pesa, no lo vemos como ventaja o desventaja. En el Azteca hemos tenido buenos resultados y si nos toca jugar afuera, buscaremos mantener esa línea. No es algo que nos perjudique”, agregó el excapitán de la Selección.
Para el entrenador florense Hernán Medford, autor del gol en la única victoria tica en el Azteca ante el Tri, México pierde la ventaja que tenía si saca el juego del Coloso de Santa Úrsula.
“No entendería por qué ellos quisieran cambiar de sede, si jugar en el Azteca siempre los beneficia. Jugar fuera de ahí es poner parejo el asunto”, agregó el Pelícano, quien estuvo muchos años en la liga mexicana.
El BBVA Bancomer-sede del Monterrey- está a 530 metros sobre el nivel del mar y tiene capacidad para 51.000 espectadores, 37.000 menos que el Azteca. El Omnilife, la casa de las Chivas tiene un aforo de 49.850 aficionados y el Jalisco, de 56.713. (Redacción y La Nación de Costa Rica)