El Consejo de la FIFA ha aprobado por unanimidad ampliar la Copa Mundial de la FIFA™ a partir de la edición de 2026 a 48 selecciones participantes.
El nuevo formato de 48 equipos se ha diseñado de manera tal que no se reduce el número total de jornadas de descanso y, además, garantiza un máximo de siete partidos a las selecciones que lleguen a disputar la final; asimismo, la duración del torneo no varía (32 días), con lo cual los clubes no tendrán que ceder antes a sus futbolistas para su incorporación a la concentración con sus selecciones.El Mundial siempre estuvo en un constante proceso de evolución. El torneo de 32 equipos se siente bien hoy, y probablemente el formato de 24 también se sintió bien para una generación anterior. Pero hay que hacer un balance basado en la competición. Eso es lo que un «Mundial» debe tratarse.
Como está hoy – con la UEFA con 13 de los 32 equipos- el balance a favor de las Selecciones europeas es demasiado obvio. Subiendo el margen a favor de África y Asia, la idea es equilibrar esa situación.
Habrá algún quejido con respecto al nivel de los equipos, pero si se toman en cuenta los equipos que ocupan el ranking FIFA entre el puesto 41 al 48 (Suecia, Grecia, República Checa, Serbia, Japón, Dinamarca, Australia y Congo), no debería haber muchas quejas. Está claro que hay más de 32 buenos equipos en el mundo.
La posibilidad de que el cupo sea mayor abrirá las puertas del fútbol al mundo de una manera superior. Que países que no están acostumbrados a la gran cita formen parte hace que sus ojos estén más abiertos, que puedan incorporar más conceptos y sean más competitivos.
Está claro: el proyecto de Infantino tiene que ver con una evidente acumulación de poder apoyada por figuras gigantes (Maradona, Mourinho, Puyol, Batistuta, Van Basten), pero la cuestión económica es un punto aparte. El hecho de que participen más equipos hará que las economías de más Selecciones sean mayores, por lo que las posibilidades serán más justas.
