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Opinión

Otra vez, perdió el fútbol

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Michelle Bocanegra

Por: Michelle Bocanegra.- Con habilidad que le carecteriza, igual que lo hizo cuando sacó del camino a otro aspirante,  Rodrigo Wong Arévalo en el 2002, Rafael Callejas y su grupo, seguirá por cuatro años al frente de la cuestionada Federación hondureña de Fútbol, Fenafuth.

De nada valieron los informes del Tribunal Superior de Cuentas TSC, que cuestionan la administración de Callejas Romero porque los 14 diputados que entregaron su voto- la mayoría pagando favores del pasado- para la continuidad, demostraron una vez, que el fútbol es lo que menos les importa.

Callejas Romero y su grupo, tuvieron que valerse de artimañas para poder ser re electos. Los dos casos más evidentes son la inavilitación de los Diputados Francisco Moreno (Zona Sur) y Héctor Godoy (Liga Nacional) los dos votos que significaban el triunfo del aspirante Yankel Rosenthal quien y apoyado por un grupo que en el pasado había depositado su confianza en el actual rector del balompié nacional, perdieron la credibilidad y demandaban un cambio.

Rafael Callejas no está en la Federación de Fútbol porque le interesa la misma. Callejas sigue al frente del máximo organismo como plataforma para mantenerse vigente para futuras reformas en el Congreso hondureño que le permitirian buscar de nuevo llegar al Gobierno, en el que ya estuvo y es considerado el más corrupto en la historia de Honduras (1990-1994) lo que obligó al Gobierno de Estados Unidos a revocarle la visa de ingreso a la Unión Americana a él y toda sus familiares de primera línea por actos de corrupción, lo que no hizo la endeble «Justicia» hondureña.

Con el apoyo del Padrino, Rafael Ferrari que abandonó su lecho de enfermo para ir a cuidar sus intereses, los derechos de televisión que se miraban amenazados con la inminente llegada al poder de Yankel Rosenthal, el XXV Congreso de la Fenafuth volvió a ser una muestra que Callejas, Hawit, Ferrari y otro grupo de marionetas que se encargan de gestar las artimañas como el «periodista» Alfonso Guzmán Carías, y Dennis Muñoz están en el fútbol para lucrarse de él y no para servirlo.

El caso más evidente, es el del secretario y flamante presidente de la Concacaf, Alfredo Hawith, quien cobra un sueldo arriba de los 60 mil Lempiras más gastos de representación y como si fuera poco, cobró un millón y medio de prestaciones cuando fueron homologados los Estatutos con los de la FIFA. Estos son los «sacrificados» dirigentes del fútbol, mientras en el interior del país, los verdaderos forjadores de valores, los que nutren a los equipos y selecciones, se tienen que desembolsar cada fin de semana, para mantener a sus equipos, mientras los de cuello blanco, viajan en primera clase, se reparten a manos llenas las donaciones de la FIFA y entregan migajas para mantener el apoyo de quienes los mantienen en el poder.

Que lastima, el fútbol seguirá en manos de corruptos- las pruebas estan a la vista- de gente sin escrupulos que no les interesa nada más que llenarse los bolsillos mientras las ligas menores fallecen, los niños en etapa de formación juegan en canchas polvorientas y sin implementos deportivos, porque el derroche de viajes, canongias y favores, consume los ingresos y Honduras sigue siendo, el único país en el área de la Concacaf, que no posee un «Proyecto Goal» aún y cuando, la FIFA que es tan corrupta como la Fenafuth, ha desembolsado dos veces los fondos. Otra vez, perdió el fútbol.

Mirá Archivo histórico desde la primera llegada a la Fenafuth de forma ilegal de Callejas Romero

 

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