Un remate de cabeza del inglés Ben Watson en el descuento otorgó hoy la Copa de Inglaterra (FA Cup) al modesto Wigan del español Roberto Martínez, que tumbó en Wembley al Manchester City del argentino Sergio «Kun» Agüero.
Los «latics» se hicieron con el primer trofeo de primer nivel en su historia ante los cinco veces campeones del torneo, que terminaron con diez hombres sobre el campo por la expulsión del argentino Pablo Zabaleta.
Mancini tenía depositadas en la Copa sus esperanzas de maquillar a final de curso el balance de una temporada en la que el City quedó último de la liguilla de primera ronda de la Champions y cedió la Premier a sus vecinos del United.
El City vive hace semanas con cierta relajación en la liga, mientras que los «latics», en cambio, llegaban a Londres lanzados por la inercia del esfuerzo que están haciendo en cada partido para intentar salir del descenso, determinados a luchar por cada balón.
Quizás por eso el Wigan se fue haciendo en silencio con el control del encuentro y el City se apagaba por momentos en un primer tiempo en el que solo fabricaron una ocasión clara.
A cinco minutos para el final se agravaron los problemas para Mancini con la expulsión de Pablo Zabaleta, que se lanzó al suelo para cortar una galopada de McCarthy hacia la meta de Hart.
El golpe del Wigan llegó cuando Wembley estaba pensando ya en la prórroga: Shaun Maloney sacó un córner con el minuto noventa cumplido para que Watson se adelantara a la defensa del Manchester y sellara la victoria más importante de la historia de los «latics».