“Soy un enamorado de ir al frente”

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La palabra del adiestrador del cuadro porteño tiene poder de convencimiento. Tiene soñando a todo el puerto con regresar a los años maravillosos...

Cambió la pereza de Copán por la ocupada Cortés, pero no las formas. Cambió el almuerzo en Pollo El Bunny por la comida casera de mamá, pero no las formas. “Cortés es mi casa y me siento contento de volver. Además, el equipo está jugando bien y estamos con esperanzas”.

Habla Hernán García, ese loco entrenador soñador que solamente quiere una cosa: que el club que dirija juegue como el Hernán García carrilero-goleador de aquel Marathón campeón del 79…

Ya en Santa Rosa de Copán dejó claro que su corriente futbolera va de meta a meta, sin muchas estaciones en el mediocampo. “Soy un enamorado de ir al frente, pero tampoco a lo loco. Se busca también el equilibrio”, sostiene el hombre del bigote que, a pesar de haber cruzado la aduana, sigue dirigiendo con las mismas ropas que lo hicieron célebre en occidente. Camisa a cuadros, pantalón gris y gorra negra.

“Muchos dicen que es cábala mía, pero nada que ver. Vestido así me han dado tremendas goleadas también. Es solo que me siento cómodo con esa camisa que me regaló mi sobrina Fany García”.

¿O sea que es como una demostración de gratitud?

Le prometí que iba a dirigir con esa camisa hasta que me retirara… pero como que no se cumplirá, porque ya le he tenido que hacer algunas reparaciones… je, je, je.

¿Y la gorra de los pollos por qué la sigue usando, hay El Bunny en Cortés? No. La uso para tener un recuerdo de una gente que me trató muy bien y a la que quiero mucho. Es en su honor.

¿Y tiene contacto con sus exjugadores de Savio? Justo ahorita me acaba de mandar un mensaje de texto Romario, felicitándome por el gane en Tocoa.

Una forma de ser…

De reojo, claro, el Conquistador sigue la campaña de su antiguo amor, Deportes Savio. Pero se quita cualquier tipo de responsabilidad en el buen momento del equipo de Emilio Umanzor.

“Me siento orgulloso de que la prensa ponga a Platense y Savio como los que dan mejor espectáculo. Me da mucha satisfacción, pero aclaro que lo de Savio es total responsabilidad de la nueva dirección técnica, son todos méritos del profesor Umanzor”.

Y mientras Savio jugaba de poder a poder con Marathón, Platense mostraba una nueva identidad en el vibrante 1-2 ante Olimpia, acaso el mejor partido del Escualo.

“Más allá de la derrota, salí satisfecho porque la gente obcecada (como un sobrino mío, que es el triple de un parlante para gritar) se burlaba de los olimpistas como si hubiéramos ganado; esto más, algunos olimpistas aceptaron que merecían no el empate, sino la derrota. Ese juego barrimos a Olimpia, lo metimos en su campo y tuvimos para golearlos”.

¿O sea que encontró la fórmula para frenar a los grandes? No sé si fórmula, solo vamos a trabajar muy fuerte para ganar. Hay que ganar, es un partido clave. Y hay que ganar jugando bien.

¿No le preocupa el juego áereo del rival: Welcome, Eddie Hernández, Jocimar? No hay temor. También tenemos un buen juego aéreo atrás: Yobany, Montes, Guerrero, Rosales, Solís, así que será una buena pelea en los cielos de Cortés. Pero de Motagua también hay que cuidar jugadores veloces que meten mucha presión, como Robi Norales y Nery Medina. No solo los grandotes preocupan.

Una mixtura interesante

Adalid Puerto, Walter Hernández (“nuestro pilar, el equilibrio del club. Gran señorío, personalidad, categoría”), Jorge Cardona (“de gran torneo”), Francisco el Kalimba López, Víctor Zúniga, Marvin Sánchez y Javier Estupiñán (“viene llegando y ya demostró su poderío”), son los nombres que dan vida a la columna vertebral del Selacio.

“Para el domingo estoy optimista y hasta desesperado por ver jugar a mi equipo, sé que lo hará bien”. Porque el Tense lo tiene que hacer mejor de lo normal o el descenso tocará de nuevo a su puerta. “Quitando a Olimpia, Marathón y Victoria, todos estamos metidos en zona roja. Pero me gusta este formato, lo encuentro emocionante. Hay una dura pelea por clasificar y otra por no descender al mismo tiempo”.

Hernán García se declara listo para la batalla con el Tiburón, por más que siga extrañando la paz de occidente. “Me hace falta ir al mercado de Copán, comerme una pupusa, ir a la iglesia. Me da nostalgia esos recuerdos…”.

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